Africanas en Bizkaia

En estas líneas que transcribo a continuación trato de dar una pincelada de los conocimientos sobre la caza de las aves migratorias africanas en la época de pasa (verano-otoño) en la costa occidental de Bizkaia, que es lo que mejor conozco en Euskadi; evidentemente hablamos de la tórtola común y la codorniz. Antes de nada decir que en estos conocimientos se conjugan los propios con los de mis mayores (en bastantes casos ya fallecidos).  

Para comenzar decir que en las zonas más frías de Europa, ya pasado Santiago y San Ignacio comienzan los primeros movimientos migratorios de pasa (hacia cuarteles invernales) de las aves que antes arrancan, a los que pronto vemos por aquí (fringílidas, etc.). La mucha experiencia que también atesoramos en las parameras de Burgos también nos indican que el día de la Virgen (15 de agosto) la codorniz todavía anda de veraneo y es por entonces cuando termina de comenzar a adiestrar a sus pollos más tardíos, además de comenzar entorno a esa fecha a alimentarse a tope de grano para coger grasa.

Algún día más tarde sobre el 20 ya es habitual empezar a encontrar codornices con más grasa y los primeros corros. Para el 25 de agosto tanto la codorniz como la tórtola ya tienen la cabeza en comenzar su migración, terminando de comer todo el grano que puedan para coger grasas. Esta fecha para mi marca el comienzo de los días en que comienzan a pasar las africanas.

Estas fechas y sus movimientos migratorios, como no puede ser menos, se ven condicionadas por la luna y los fenómenos atmosféricos. Es sabido que la luna llena mueve el pase (lo acelera), pero también es cierto, debido a los más que comprobados Tiempos Solunares, que la luna nueva mueve pase; en estos 2 periodos la luna está más cerca de nosotros y ello agiliza el movimiento de los fluidos corporales de los animales y sus “ansias”. Las bajadas de presión también mueven el pase (aunque las tormentas, que son bajadas muy bruscas, lo detienen momentáneamente o lo desvían). En Bizkaia, sobre todo en la costa occidental, los vientos del nordeste al sudeste favorecen el pase.

Esto se debe a que los pájaros “navegan” con mayor facilidad con vientos de costado que con los de popa (que desequilibran) o los de proa (que frenan); cosa conocida por los que practican vela. Como la dirección de pase es norte-sur con algún grado desplazado hacia la dirección nordeste-suroeste, los vientos de los cuadrantes del este son buenos, pues favorecen el vuelo y lo aceleran, ahorran energía; en cambio los del oeste frenan a las aves, a pesar de venir laterales. En el interior de Bizkaia los vientos de poniente a veces meten el pase costero hacia allí beneficiando al cazador del interior.

Dicho esto hay que aclarar lo siguiente: si bien los vientos del nordeste, este y sudeste son buenos para que el animal migre, estos vientos suelen traer a Euskadi tiempo despejado, lo cual hace que el pájaro pase pero no pare. El no parar está también muy influenciado por el aumento de la CONTAMINACIÓN LUMÍNICA, de que la CONSTRUCCIÓN HA COMIDO TERRITORIOS AGROFORESTALES (¿cuánto ha proliferado la construcción aquí y allá de chalets con la excusa de que eran caseríos?), además de la falta de lugares de alimentación que antes teníamos en esta zona de gran corriente migratoria (hay más corrientes, en Catalunya, etc.), antes teníamos huertas y explotaciones agrícolas variadas, ahora prados abandonados e invernaderos… La explicación de que haya más africanas al haber más cultivos en una zona por la que sólo pasan, se encuentra en que el animal, aunque sea en pequeña cantidad, gusta y necesita de cierto aporte nutricional durante estos días de viaje (necesita llevar algo al buche y no estar varios días sin comer); de manera que al no ver ningún lugar de alimentación en estas zonas, ya sea de noche migrando o en el movimiento del amanecer (o de otras horas…), además de encontrar molestas luces y lugares antaño ocupados por jaros ahora ocupados por casas, “pierde menos tiempo en ellos” y no demora el continuar su viaje, en perjucio del cazador de ese lugar.

Todo lo contrario, es decir, huertas y campos con siembra, pocas farolas y sólo en los pueblos y amplias zonas sin influencia humana urbana ayudaban a “bajar” a tórtolas y codornices. También, y esto es fundamental, las noches con lluvia hacen a los pájaros recalar a descansar en nuestros bosques y campos. Recalcar que estos pájaros africanos, enemigos de los grandes obstáculos, al ser de constitución más bien frágil, tienen por guía imprescindible la costa, que supone una zona de gran corriente migratoria. Dicho esto, y sabido que los que nos visitan vienen de Francia, la mejor condición para la entrada se produce con un anticiclón metiendo nordeste desde el centro de Francia hasta Euskadi, de manera que en la parte francesa la noche esté despejada, y, por ejemplo, asociado a una borrasca mediterránea, que baje la presión entre Euskadi y Francia y a la vez meta un frente en la Euskadi peninsular que propicie una noche oscura y con sirimiri (viento flojo o moderado, NE fuerza 3 a 4 va bien). En estas condiciones hemos visto los pases más inolvidables. Luego también un este-sudeste irá bien, e incluso el norte o el sur. Malamente irán suroeste, oeste y noroeste, aunque si la fecha es buena también los aguaceros que traen estos vientos hacen parar la tórtola. Atentos en días de estos a los claros o paradas de la lluvia (chubascos), pues en ese momento se mueven las tórtolas echadas. 

Otra cosa muy olvidada es que conviene que no todo el mundo esté cazando la tórtola a la espera, conviene que haya gente que la busque al salto o en mano puesto que estos mueven a algunas y los tiros de la gente que está a la espera mueve a las otras, y así, como en las aperturas de perdiz, se mueve el pájaro y se cazan más. Señalar a estas alturas, para los más neófitos, que tanto tórtolas como codornices viajan fundamentalmente de noche (los días de más pase también de día), de manera que para su caza en muy necesario que se posen a descansar durante la noche, para que al amanecer y en un momento de búsqueda de alimento o de intención de continuar viaje, los cazadores tengamos alguna oportunidad, así que al cazador le conviene que durante su viaje nocturno “se corte su pase” en donde se va a cazar, para encontrarnos el grueso de piezas en nuestra zona. Esta cuestión es totalmente contraria a la torcaz que se caza durante los momentos que migra (migra por el día y descansa por la noche), de manera que si se corta el pase dejamos de tirar (aunque en algunos casos este corte del pase hace que el mismo dure 2 o 3 días en vez de uno, por nuestra zona). 

En cuanto a fechas, comenzando el “movimiento” de verdad entorno al 25 de agosto, los mejores días por ser cuando mejores pases se han visto interanualmente y cuando más se ven dentro de la misma temporada son entre el día 1 y el 8 de septiembre. Por otro lado, es muy importante resaltar que como nosotros no cazamos casi las aves criantes sino las migratorias, no es lógico unificar nuestras fechas con comunidades donde se hace lo contrario, como es el caso de Castilla y León. En Bizkaia el pase de africanas se mantiene muy bien hasta el 25 de septiembre, cuando por otro lado, se ven las primeras malvices atontadas, y que son claramente de pase, y las primeras zuritas sueltas (antiguamente en pequeños bandos), sin torcaces asociadas. Así que un cierre el último domingo de septiembre para empalmarlo con la caza en puesto fijo de palomas y malvices, como se hacía hace unos años, es lo más acertado, pues para entonces ya comienzan malvices, palomas, etc. 

En lo referente a grandes pasos (Bizkaia occidental): El mayor pase conocido en los últimos años fue el 7 DE SEPTIMEBRE DE 1997. Ese día un viento nordeste no muy fuerte con una noche cubierta, oscura y de sirimiri propició una espectacular presencia de tórtolas, que normalmente contábamos por unidades vistas, ese día se contaron unidades de bandos vistos, viendo bandos como los de antaño. También el 30 DE SEPTIEMBRE DE 1994, se pudieron observar bastantes tórtolas, sin embargo, ese día el espectáculo lo dieron las codornices, que habían caído en bandos. Este día no se pudo cazar por haber cerrado la media veda y no haber ninguna caza autorizada. Aquel día las muestras de los perros fueron memorables, por número y calidad, por la tarde y por la mañana, llegué a contabilizar 14 muestras a posibles codornices diferentes en 1 hora… Ese día tanto pase hubo que se vieron muchas aves diferentes como el mayor grupo de indiaperras (sisón) visto por mi jamás, 5 juntos… También el 13 DE SEPTIEMBRE DE 1994 se produjo una muy buena entrada de tórtola, haciéndonos recordar la media veda de Bizkaia de ese año.

Como otras cuestiones a tener en cuenta, sabiendo que en la zona no crían tórtolas desde hace muchos años, un 18 de octubre en los 90, en un día de abundante torcaz, abatí una tórtola común (es la tórtola que más tarde he abatido) que me entró más que sana como un cohete, a unos cientos de metros de la mar, lo que demuestra que el pase de africanas se mantiene TODO EL MES DE SEPTIEMBRE. Indicar también que he podido levantar codornices todos los meses del año excepto febrero debido a vaivenes erráticos de esta enigmática ave. En marzo comienzan a llegar de contrapase y de octubre a enero las he levantado venidas de Francia, creo, en movimientos erráticos favorecidos por vientos del este y fríos intensos, cazando avefrías, etc. La codorniz es un ave muy poco estudiada, entre otras cosas, por la dificultad de encontrarla y por el escaso interés que se ha mostrado en ellas (últimamente se están empezando a realizar estudios sobre sus movimientos erráticos).

Hay que decir también que a ambas especies, aunque especialmente a la codorniz, el adelanto de fechas y los cambios en los usos agrícolas les ha cambiado el comportamiento en todos los sentidos, adelantando incluso sus migraciones (también se pueden observar cambios similares en otros pájaros africanos no cinegéticos). Por cierto, en 1994 fue el último año en que constaté la crianza de codornices en mi zona, muy cercana a la mar en la Bizkaia occidental.

¡Buena caza!