Un vez más la labor de los cazadores se convierte en la única alternativa para luchar contra la peste porcina, que causa terribles daños en el sector porcino.
El Consejo de Ministros alemán aprobó hoy una directiva que permite la caza de jabalíes durante todo el año, como una medida para reducir el riesgo de que esos animales sean el agente transmisor en el brote de peste porcina africana en Alemania.
«Además, ampliar el período de caza responde a la necesidad de reducir la población de jabalíes, que ha crecido en los últimos años en parte debido a los inviernos suaves», explicó el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.
La medida todavía debe ser aprobada por el Bundesrat, la cámara alta del parlamento en la que están representados los gobiernos de los 16 estados federados.
Hasta ahora, la caza de jabalíes en Alemania sólo está autorizada entre mediados de junio y finales de enero.
Además, la directiva contempla otras medidas de prevención contra la peste porcina africana, como la desinfección de vehículos en los que se transporta el ganado porcino.
Un virus que vuelve a poner en jaque a la Unión Europea. Esta vez no amenaza la salud humana, como el de la gripe aviar, pero sí a nuestra economía. La peste porcina africana, una enfermedad veterinaria es inofensiva para el hombre, pero cuando infecta a un cerdo es letal en el 90 por ciento de los casos. Los animales mueren con los pulmones encharcados y una hemorragia interna. No hay tratamiento posible, ni siquiera vacunas para mantener alejada la infección y el sacrificio es la única opción.
Desde 2014 se ha ido moviendo hacia el oeste. El nuevo brote comenzó en los países caucásicos, atravesó Rusia, llegó a Ucrania y pasó después a Bielorrusia y Lituania. Siguió extendiéndose por Polonia y Estonia, donde se han tenido que sacrificar miles de animales. Este año se ha detectado también en la República checa. «La alerta en Europa es máxima y la preocupación cada vez es mayor»