Anguilitas no, gracias

La anguila o aingira (Anguilla anguilla) es un pez de cuerpo cilíndrico y alargado que se distribuye por la mayoría de los estuarios y ríos que desembocan en el océano Atlántico y mares Mediterráneo, Báltico y Del Norte. Se trata de una especie relativamente longeva de alimentación principalmente nocturna que, al alcanzar la madurez, emprende un titánico viaje rumbo al mar de los Sargazos (frente a las costas de América del Norte) donde muere después de realizar la puesta a gran profundidad. Las larvas eclosionan pasado un tiempo, pero no será hasta varios años después cuando alcancen las costas europeas gracias a las corrientes marinas. Es ahora cuando se transforma en la codiciada angula, que serán las futuras anguilas que tendremos en nuestros ríos.

En Euskadi la anguila se pescaba sobre todo ???a fondo??? en los cursos bajos de los ríos, con todo tipo de cebos naturales. No hace muchos años era una de las especies más abundantes y extendidas, basta con pararse a escuchar las historias de nuestros padres y abuelos sobre este animal. Estatalmente catalogada como ???Vulnerable???, hoy en día su situación es crítica en muchos de los ríos del País Vasco. Su pesca se prohibió en 2009, aunque incomprensiblemente esta medida no se aplicó para la angula. Es el único alevín que se comercializa, aún cuando en los medios de comunicación resuenan lemas como el de ???Pezqueñines no???. Pues bien, la angula es un pezqueñín, y uno muy pequeño además. Una persona puede cenar perfectamente con un solo ejemplar adulto de anguila, mientras que harían falta cientos de individuos para la misma cena con esas pequeñas anguilillas de 1gr que son las angulas. Indignante.

Si estas cosas ocurrieran en caza, la respuesta sería bien diferente. Si llegase un día en que por cualquier motivo la becada entrara en regresión y hubiera que prohibir su caza, todos nos escandalizaríamos si se permitiera expoliar los nidos y matar a los polluelos. Esto es lo que se está haciendo con la anguila.

Por supuesto, existen otros factores que influyen negativamente en sus poblaciones, como pueden ser la baja calidad de las aguas (cada vez menos), las presas o algunas enfermedades, caso de la anguilicosis. Pero si queremos frenar el declive de la anguila no podemos seguir permitiendo que se saqueen de esta manera las crías, al menos mientras las poblaciones no se recuperen. Es el momento de reaccionar, como se está haciendo en otras comunidades, antes de que sea demasiado tarde.

Publicado en Adecap Gazteak por Iker Novoa Fariñas – Responsable de Pesca Continental de ADECAP GAZTEAK