Descubren un hongo capaz de controlar la plaga de procesionaria. Por todos los cazadores es conocido el peligro urticante que supone el efecto de la procesionaria en nuestros canes, en las personas y en los bosques. Actualmente la plaga de procesionaria incrementa los efectos nocivos de esta especie.
La Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid ha descubierto un hongo en la comarca palentina del Cerrato capaz de controlar la plaga de la procesionaria del pino, ya que ataca a estas orugas y ejerce un control biológico eficaz como «ecoinsecticida natural» sobre las mismas.
Se trata de un hongo entomopatógeno llamado Cordyceps militaris, una «curiosa especie micológica» descubierta y testada en los pinares de pino piñonero de la comarca palentina del Cerrato, ha informado este martes a Efe Juan Andrés Oria de Rueda, director de la cátedra con sede en el campus de Palencia de la Universidad de Valladolid.
Según señala este investigador, la oruga de la procesionaria del pino es una de las plagas más destructivas de los bosques mediterráneos, que afecta también a parques y jardines y provoca alergias.
Este año, debido al calor y a la escasez de lluvias, se han adelantado sus efectos y sus ataques en pinares y parques están resultando más graves debido a las altas temperaturas del invierno, encontrándose incluso en lugares en donde no se había visto hasta ahora, como las montañas.
Oria de Rueda afirma que «este problema de salud forestal y social es acuciante en Castilla y León», pero también en Cataluña, Valencia, Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura, Galicia o Andalucía, comunidades que se están viendo especialmente afectadas por la presencia de las orugas de procesionaria.
Los estudios desarrollados durante los dos últimos años por los investigadores de la Cátedra de Micología, en colaboración con empresas de jardinería, han comprobado que algunos hongos silvestres como el Cordyceps militaris, que tiene forma de maza y color naranja, puede servir para controlar esta plaga.
En concreto, ha asegurado que las cepas localizadas en la comarca del Cerrato y en otras cercanas pueden llegar a acabar con más del 80% de las orugas de la procesionaria enterradas, y que alguna cepa incluso llega a eliminar entre el 90 y el 100 por cien de las orugas y pupas afectadas.
De las nueve cepas o variedades diferentes del hongo observadas en la investigación, parece que la procedente de pinares mediterráneos más secos y continentales del pino albar o piñonero (Pinus pinea) es la más activa y eficaz contra la plaga, en comparación con las procedentes de comarcas más lluviosas y frías, que parecen requerir mayor humedad.
Por los datos recogidos en el estudio, estos hongos del Cerrato son capaces de desarrollarse y atacar con éxito a la plaga de la procesionaria en condiciones de mayor escasez de humedad y oscilación de temperaturas, con un efecto más rápido y letal en los insectos.
La forma de aplicarlo se sencilla, ya que una vez seleccionada la cepa más eficaz frente a la procesionaria se «replica y multiplica a gran escala», y se hace el tratamiento en el monte pulverizando una solución de agua con esporas.
Las ventajas de la utilización del hongo ecoinsecticida Cordyceps es múltiple, ya que es un tratamiento ecológico y natural que evita la utilización de productos químicos agresivos y no es perjudicial para personas y animales domésticos, solamente para las orugas y pupas de la plaga.