La Diputación, en consonancia con lo que ya anticipó a este periódico el pasado mes de julio, ha excluido del registro de líneas de paso tradicional de Gipuzkoa los 46 puestos de caza del monte Ulia, lo que impide toda actividad cinegética de aves migratorias en esta zona.
El Boletín Oficial de Gipuzkoa publicó ayer la Orden Foral que anula el uso de estos puestos de caza en este espacio natural de Gipuzkoa, el tercer lugar más concurrido del territorio, con más de 110.000 visitantes, solo por detrás del flysch de Zumaia y las campas de Urbia en Aizkorri.
La práctica cinegética ha permanecido en suspenso en el monte Ulia durante los últimos seis años debido a la judicialización de esta actividad, cuyo cuestionamiento comenzó con los recursos presentados por instituciones gobernadas por la izquierda abertzale.
A instancias de los ayuntamientos de Donostia y Pasaia, la Diputación publicó en 2012 una norma foral que fue recurrida por cuestiones formales y anulada por los tribunales. El conflicto con los cazadores no ha cesado desde entonces.
Dos años después, la Diputación ratificó la prohibición en una nueva orden, también recurrida. El conflicto de intereses vivió el penúltimo episodio el año pasado, cuando el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) dio la razón a los cazadores, pero el Ayuntamiento de Pasaia recurrió al Tribunal Supremo, que no aceptó las alegaciones.
Le tocaba así mover ficha a la Diputación. Así se lo exigió el TSJPV en diciembre de manera que aplicara su sentencia y permitiera la caza en los puestos tradicionales de Ulía.
La Federación Gipuzkoana de Caza ha transmitido su total rechazo a esta decisión (Redacción Desveda)
ACATAR EL FALLO
Tal y como avanzó este periódico, a la Diputación no le quedó más remedio que acatar el fallo judicial, tal y como apareció publicado el 13 de julio en el Boletín Oficial de Gipuzkoa, con la modificación de la norma foral.
Pero el Ejecutivo ya advirtió de que era “firme” la decisión de prohibir a toda costa la caza en Ulia, y para ello se guardaba una baza.
Su estrategia ha sido excluir del registro de puestos de paso tradicional de Gipuzkoa los ubicados en las líneas denominadas Ulia-Mendiola y Mendiola-Faro de la Plata, un total de 46 puestos. La orden foral es definitiva y pone fin a la vía administrativa.
En Gipuzkoa hay un total de 3.740 puestos incluidos en el Registro, de los que 1.105 corresponden a la comarca de Donostialdea, a la que pertenecen los municipios de Donostia y Pasaia.
En julio la Diputación inició el expediente para excluir de este registro los 46 puestos de Ulia que han estado en el centro de la polémica, y que llegaron a ser una de las demandas de los 10.000 aficionados a la caza que recorrieron en abril las calles de Donostia bajo el lema Euskadin Ehiza bai (Sí a la caza en Euskadi).
Durante este proceso se ha dado trámite de audiencia para presentar alegaciones a todas las partes afectadas, entre ellas, la Federación de Caza de Euskadi, que entiende que la afección en la zona sobre usos recreativos es mínima.
Los Ayuntamientos de Donostia y Pasaia habían manifestado en reiteradas ocasiones su preocupación por esta cuestión, solicitando a la Diputación que no autorizara la caza en el monte Ulia por la vocación de parque que tiene entre ambos municipios.
La Diputación entiende que la actividad cinegética tiene “una evidente afección” sobre los usos recreativos de la zona.
Un extremo que está contrastado a través de los datos extraídos mediante el conteo de visitantes que realiza el Ejecutivo foral en los espacios naturales de Gipuzkoa.
Según estos datos, el GR-121 Talaia, con más de 110.000 visitantes, se sitúa en el tercer lugar más concurrido de la red de conteo de Gipuzkoa.
Este punto de conteo recoge, únicamente, las visitas a Ulia desde el Faro de la Plata en el GR-121 Talaia, “por lo que en dicha no se contabilizan las personas usuarias de otros senderos, como el propio Camino de Santiago”.
Además, el ejercicio de la caza en los 46 puestos ahora excluidos del registro “originaría molestias por ruido y posible caída de perdigones para los usuarios de estas rutas y del monte en general, sin descartar riesgos para la seguridad”, por la escasa distancia de algunos puestos con respecto a los caminos.
Fuente. Noticias de Gipuzkoa
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