Lobos son los primeros en responder contra enfermedad cerebral mortal

Científicos aseguran que los lobos son los primeros en contrarrestar una enfermedad cerebral mortal que podría llegar a los humanos.

¿Son los lobos del Parque Nacional de Yellowstone la primera línea de defensa contra una terrible enfermedad que se alimenta de manadas de animales salvajes?

Esa es la pregunta para un proyecto de investigación que se está llevando a cabo en el parque, y los resultados preliminares sugieren que la respuesta es sí. Los investigadores están estudiando lo que se conoce como el efecto de limpieza de los depredadores, que ocurre cuando un depredador mantiene la salud de una población de presas al matar a los animales más enfermos.

Lobos podrían limitar la propagacion de la enfermedad

Si la idea se sostiene, podría significar que los lobos tienen un papel que desempeñar para limitar la propagación de la enfermedad crónica, que está infectando a los ciervos y animales similares en todo el país y en todo el mundo. Los expertos temen que algún día la enfermedad pueda saltar a los humanos.

«No existe una herramienta de gestión que sea eficaz» para controlar la enfermedad, dijo Ellen Brandell, estudiante de doctorado en ecología de la vida silvestre en la Penn State University, quien lidera el proyecto en colaboración con el Servicio Geológico de Estados Unidos y el Servicio de Parques Nacionales. “No hay vacuna. ¿Pueden los depredadores ser potencialmente la solución?»

Muchos biólogos y conservacionistas dicen que una mayor investigación reforzaría el argumento de que reintroducir más lobos en ciertas partes de los Estados Unidos podría ayudar a controlar las enfermedades de la vida silvestre, aunque la idea seguramente enfrentará el rechazo de los cazadores, ganaderos y otros preocupados por la competencia de los lobos.

La emaciación crónica, una enfermedad neurológica contagiosa, es tan inusual que algunos expertos la denominan “enfermedad del espacio exterior”. Descubierto por primera vez entre los ciervos salvajes en 1981, conduce al deterioro del tejido cerebral en los cérvidos, principalmente ciervos pero también alces, alces y caribúes, con síntomas como apatía, babeo, tambaleo, emaciación y muerte.

Es causada por una versión anormal de una proteína celular llamada prión, que funciona de manera muy diferente a las bacterias o los virus. La enfermedad mental se ha extendido a las poblaciones de cérvidos silvestres y ahora se encuentra en 26 estados de los Estados Unidos y varias provincias canadienses, así como en Corea del Sur y Escandinavia.

La enfermedad es parte de un grupo llamado encefalopatías espongiformes transmisibles, la más famosa de las cuales es la encefalopatía espongiforme bovina, también conocida como enfermedad de las vacas locas. Las vacas locas en los humanos causan una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, y en la década de 1990 hubo un brote entre personas en Gran Bretaña por comer carne contaminada.

Cocinar no mata a los priones, y los expertos temen que la enfermedad crónica debilitante pueda propagarse a los humanos que cazan y consumen ciervos u otros animales infectados con ella.

Se informó a La Verdad Noticias que la enfermedad ha infectado a muchas manadas de ciervos en Wyoming y se propagó a Montana en 2017. Ambos estados son adyacentes a Yellowstone, por lo que los expertos están preocupados de que la enfermedad mortal pronto pueda llegar a las vastas manadas de alces y ciervos del parque.

A menos que, quizás, las 10 manadas de lobos del parque, que en total contienen alrededor de 100 individuos, se alimenten y consuman animales enfermos que son más fáciles de eliminar debido a su enfermedad (la enfermedad no parece infectar a los lobos).

Fuente. noticiasdenavarra.com