Los vecinos dieron el aviso minutos antes de las siete de la mañana cuando el animal se paseaba por la Avenida de Zugazarte, en el centro del municipio.
El jabalí fue abatido por la policia.
Un jabalí por el centro de Getxo. Es lo que han podido ver a primera hora de la mañana del pasado martes unos vecinos atónitos ante la presencia de este animal. Eran las siete menos diez de la mañana cuando varios residentes han dado el aviso a la Policía Municipal: un jabalí corría «nervioso», en palabras de los vecinos, por la Avenida de Zugazarte. El mamífero se movía desorientado y, según los mensajes que ha recibido la guardia urbana, procedía de la zona de Algorta.
Una patrulla se ha desplazado hasta el lugar y ha conseguido diez minutos más tarde interceptar al animal, que ha sido abatido de varios disparos en la calle Errekagane, según explican portavoces del Ayuntamiento. Los servicios municipales retiraron el jabalí de la calzada minutos más tarde, sin que haya constancia de que este hubiera causado daños de ningún tipo. Durante el proceso la calle fue cortada para evitar mayores dificultades. De esta manera, uno de los primeros buses de Bizkaibus que transitan esta zona ha tenido que esperar a que se volviera a poner en marcha la circulación.
La presencia de jabalíes en núcleos urbanos de Bizkaia se está convirtiendo en una realidad cada vez menos extraña. A primeros de febrero, se avistó un ejemplar por el barrio bilbaíno de Betolaza, junto a Rekalde, y al día siguiente fueron los residentes de un bloque de viviendas de la Avenida Universidades, en las faldas del monte Artxanda, quienes constataron la presencia de un cerdo salvaje que se había adentrado en un patio común. Ya entonces se creía que este animal no estaba solo, sino que formaba parte de una manada que deambulaba por la antigua línea de tren a Plentzia y que aprovecha las zonas de matorral para ocultarse.
Un mes antes, en plenas navidades, un jabalí había penetrado en el campo de vuelos del aeropuerto de Bilbao, lo que obligó a activar el protocolo previsto para neutralizarle y evitar un problema de seguridad. El episodio se saldó finalmente con la huida del ejemplar, al parecer un adulto. La única consecuencia práctica fue que un avión que estaba a punto de despegar tuvo que retrasar cuatro minutos su salida. Diversas fuentes del aeródromo alertaban entonces de que la presión de la fauna de considerable tamaño sobre el entorno aeroportuario es «cada día mayor». El jabalí había conseguido romper el vallado perimetral.
La fauna salvaje se ha convertido también en un problema en las carreteras. Cerca de 400 accidentes que se produjeron en las vías vizcaínas en 2022 estuvieron directamente relacionados con el atropello de animales salvajes, en su mayoría jabalíes. Las estadísticas de los últimos ejercicios revelan una tendencia ligeramente al alza de este fenómeno. Entre 2018 y 2021, estos episodios han crecido un 7,5%, según los datos del Departamento de Infraestructuras de la Diputación.
Fuente. EL CORREO
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