Los problemas que el confinamiento está causando en las batidas de jabalí en Aragón
Cuadrillas navarras con cotos adjudicados no pueden controlar las poblaciones con los perjuicios que supone
Gracias a que la caza está autorizada en Navarra los cazadores están extrayendo cientos y cientos de jabalíes de los campos desde el mes de septiembre, consiguiendo con ello que gracias a esta labor se puedan controlar en parte y minimizar los daños que estos animales ocasionan, tanto en los cultivos agrícolas, como en la causación de accidentes de circulación, con daños materiales y en algunos casos, como ha ocurrido este pasado viernes en Valtierra donde la conductora de un vehículo tras atropellar una manada de jabalíes y volcar resultó herida.
¿Pueden imaginarse los lectores que hubiera ocurrido en Navarra con los cultivos agrícolas y los accidentes de circulación si la población de jabalíes que se estima en Navarra, que supera los 25.000 ejemplares, hubiera estado 6 meses sin cazar y reproduciendo durante estos meses? La Administración y los cazadores lo tienen claro, que sus poblaciones hubieran aumentado exponencialmente hasta tal punto que los daños que hubieran causado serían insoportables. Es de interés destacar que el problema sobre todo se agravaría en la primavera del año que viene, que es cuando las jabalinas, las cuales crían 2 veces al año, alumbrasen sus nuevas camadas, duplicando el número de ejemplares.
Este problema es el que está ocurriendo en los cotos cuya adjudicación se han quedado cuadrillas de cazadores navarros en la Comunidad Autónoma de Aragón, sobre todo en la zonas próximas al pantano de Yesa, la Canal de Berdún, Aso-Veral, Mianos, los Pintanos, etc, en los que a pesar de haber sido abonado el importe de sus adjudicaciones, por el confinamiento perimetral de Navarra y Aragón sus adjudicatarios no puede ir a cazarlos, con los perjuicios que ello les está suponiendo.
Este problema está llegando a tal punto que las entidades locales de estos lugares están instando a los cazadores navarros para que vayan a cazar argumentando que cada vez hay más daños en los campos, algo que desde Adecana se les ha aconsejado que ni se les ocurra mientras estén vigentes los confinamientos perimetrales de ambas comunidades al ser sancionables sus incumplimientos.
A entender de Adecana la solución la tienen en sus manos los gobiernos de la Sra. Chivite y del Sr. Lambán, que no tienen más que autorizarlo para solucionar este grave problema, por lo que no sabemos a qué están esperando para ello. Más si cabe cuando reiteradamente se les ha instado a ello.
Lo mismo está ocurriendo con las tarjetas de perdiz que muchos navarros han adquirido en Aragón, ya que al estar permitido en Navarra un máximo de 3 días en toda la temporada, complementan la temporada ya que allí dejan muchos más jornadas, así como cazadores de becada que al tener en Navarra cotos de pasa, adquieren derechos en zonas de invernada de esta codiciada ave migratoria derechos que tampoco pueden disfrutar. Este tipo de caza al desarrollarse al aire libre y de forma individual no tiene sanitariamente problema alguno en desarrollarse.
Por ello desde Adecana volvemos a hacer un llamamiento al Gobierno de Navarra y la Diputación General de Aragón, para que en este tema hagan una excepción al confinamiento y consideren la caza como algo esencial dejando desplazarse a estas zonas a los cazadores que tengan tarjetas de caza a su nombre de estos lugares.
LAS BATIDAS DE JABALÍ SE ESTÁN LLEVANDO A CABO CON SEGURIDAD Los ciudadanos se preguntarán, ¿las batidas de caza mayor que se están realizando en Navarra se están llevando a cabo con total seguridad? Y la respuesta es afirmativa, ya que sus participantes las están llevando a cabo adaptándose a la normativa de la pandemia, para lo cual ha servido de gran ayuda la tecnología telefónica y de walkie-talkies para hacerlas correctamente.
Lo más habitual es por es, por ejemplo, si una cuadrilla de caza mayor va a cazar el fin de semana en su coto, a principios de semana se informa a través del grupo de WhatsApp de los cazadores para que el que esté interesado se apunte, diferenciando los que son perreros, o que van a los puestos.
Una vez que se sabe cuántos van a ir y sus nombres, el jefe de cuadrilla y su equipo concreta la zona de resaque que se va a batir y sortea las posturas entre los interesados, y tras citar a la cuadrilla a una hora determinada en uno o varios punto de encuentro del coto, donde cada uno va en su vehículo con su mascarilla y guardando la distancia de seguridad con los demás, se encienden las emisoras de los walkie-talkies, desplazándose cada uno a donde le ha tocado en suerte por separado, recibiendo todas las indicaciones a través de los aparatos, así como las del resto de la cacería.
Incluso en algunos cotos previamente a empezar se está tomando la temperatura a los participantes para minimizar todo lo posible cualquier problema.
Por supuesto previamente se ha marcado la zona a cazar como establece la normativa con carteles indicativos de «cuidado batida» todas las entradas de pistas y caminos para información de paseantes, montañeros, etc.
Y por supuesto como los walkie-talkies están encendidos, si cualquiera de los cazadores observa que viene alguien paseando por una pista o camino en bici o a caballo, se va avisando al resto de la cuadrilla por donde van pasando para que tengan el máximo cuidado y no haya incidencia alguna.
Una vez acabada la batida, cada cazador se va a su casa sin tener en contacto con los demás, y por supuesto, este año sin comidas o almuerzos, llevándose cada uno el bocadillo que se lo come en el puesto. Como se puede comprobar, las cosas se están haciendo lo mejor posible, y por ahora sin problema alguno.
Foto. Maria Audí
Fuente. noticiasdenavarra.com