Luis Meana: «Mis clientes no vienen solo a pescar, quieren experiencias»
Durante los últimos día de septiembre, Luis Meana (Madrid, 1967), visitó el entorno de Coirós con el río Mandeo como epicentro. Luis, oriundo de Asturias, ha hecho de la pesca su profesión. Ingeniero especializado en cocinas industriales, se reinventó con la crisis del 2008 para hacer de la pesca su fuente de ingresos, su modus vivendi. En la localidad madrileña de Pinto fundó su empresa, Meana Fly Fishing Experiences SLU, a la que recurren cada vez más extranjeros que quieren viajar a España con una caña de pescar en la mano. Meana se encarga de todo. Por eso debe conocer el terreno que va a pisar con sus clientes. Y por eso ha visitado el Mandeo, el Eume y otros rincones secretos que, como los ingredientes de la Coca-Cola, no saldrán a la luz en esta entrevista. Porque así siguen siendo especiales los lugares especiales. Su empresa es poliédrica. También tiene editorial, y en breve publicará la experiencia de pesca del propio Luis Meana. El título lo dice todo: Obsesión por la mosca seca.
Yo soy más de cucharilla. ¿Debo renunciar a sus servicios?
No, tampoco es eso, pero el calendario es muy corto y lo centramos básicamente en pesca con mosca seca. El 95 % de mis clientes son extranjeros. Con ellos es muy fácil conseguir la fidelización. Cuando vendemos el producto, estas personas nos seguirán necesitando cuando regresan en otros viajes. Pero si son españoles, vienen la primera vez y luego ya no, luego ya pueden ir solos a esos rincones secretos que les descubrimos, incluso con otra gente, rincones que se acabarían masificando.
¿Cómo quedan en sus informes los ríos de Galicia para este tipo de actividades?
Estuve pescado en el Lambre, en el Mera, que tiene un coto de reo y una población de truchas muy chula. Es divertido de pescar y es muy cómodo, porque muchos clientes son mayores, jubilados que ya tienen tiempo. La labor del guía es esa, saber los accesos, imagina que voy a un río a pescar y no sé ni por dónde se entra. Es mi obligación. Y aprovecho para pescar, pero no por ocio, sino para tener la información, saber qué mosca debe poner mi cliente, si debe ir a un remanso,… y en el caso del Mera es un río muy bueno para personas con problemas de movilidad, muy sencillo de vadear.
¿Y el Mandeo?
Es un río muy físico, quizá el Eume es más interesante porque hay zonas donde pueden vadear. Tiene el plus de la ruta. Y cuenta con un paisaje extraordinario. La pesca en sí misma no es el mayor valor de Galicia, ni siquiera de Asturias, la pesca es un porcentaje importante, pero no lo es todo para los que eligen mis servicios. El que quiera pescar, levantar peces y peces, irá a sitios como Alaska, Mongolia, Islandia…. Pero entre mis clientes no disfruta más el que más pesca, al contrario, aquí vienen a conocer sitios, paisajes, a disfrutar de la comida, es una experiencia con muchas experiencias.
En lo gastronómico sí que competimos.
A Galicia tengo que llevar a gente de un perfil muy determinado. Avisarles de adonde vamos, lo que se van a encontrar, avanzarles que a lo mejor pescan poco pero van a ver unos paisajes increíbles y una gastronomía excepcional.
¿Cuándo nació su empresa?
Empecé en el 2005 y han sido 12 años muy complicados, de mucho sacrificio. Pero ahora, en los tres últimos, puedo decir que empiezo a disfrutarlo. Cuando voy con mis clientes realmente estoy rodeado de amigos.
Fuente. lavozdegalicia.es