Propuesta de ADECANA para la recogida de la paja en Navarra. Uno de los problemas que generan una gran preocupación en el ámbito del conservacionismo y en particular del colectivo de cazadores es la forma en que se lleva a cabo la recolección del cereal y la inmediata recogida de la paja.
Este problema afecta a gran parte de la fauna que habita en la estepa cerealista, en especial a aves y pequeños mamíferos y sus proles que habitan y crían en los campos de cereal.
Si esta no se lleva a cabo con cuidado, aves como la codorniz, la perdiz, rapaces como el aguilucho cenizo, y resto de pequeñas aves, o mamíferos como la liebre, crías de corzos, son engullidos y succionados cada año en la época de la recolección tras el implacable paso de las cosechadoras, trilladoras y empacadoras que recogen la paja que queda tras las labores agrícolas.
Una gran parte de la paja procedente de los campos de cultivo de Navarra, así como de muchas comunidades vecinas acaba siendo tratada en la planta de Biomasa que ACCIONA tiene en Sangüesa.
Tal como informa la propia empresa en su página Web, destina anualmente a este fin unas 160.00 toneladas de paja de cereal, cantidad , lo que indica la incidencia e importancia que este tipo de actividad puede tener en el medio ambiente de la estepa cerealista y en la protección de las especies que viven allí y que actualmente están en regresión por la degradación del hábitat de la estepa cerealista, teniendo que tener en cuenta que esta planta recoge y abona a los agricultores que lo solicitan, ya sea personalmente o a través de pajeros profesionales, más del 50% de la paja que es retirada de los campos navarros.
Por este motivo, cuando se proyectó esta planta en el año 2000, con el fin de garantizar que la recogida de la paja que usará como combustible la planta de biomasa no tuviera un impacto significativo sobre la fauna, en su Declaración de Impacto Ambiental de su proyecto se hizo constar que la paja que se lleva allí para ser quemada y generar con ello electricidad con la que cubren un 5% de la demanda eléctrica de Navarra, su promotor debe garantizar que la recogida de la misma se efectúe siguiendo las siguientes practicas:
-RESPETAR UN PERIODO NO INFERIOR A 10 DÍAS ENTRE LA COSECHA Y LA RECOGIDA DE LA PAJA.
-INSTALAR EN LAS COSECHADORAS DISPOSITIVOS ESPANTA FAUNA.
-RECOGER LA PAJA DEL CENTRO AL EXTERIOR DE LA PARCELA.
-NO RECOGER LA PAJA DURANTE LA NOCHE
Habiendo constatado ADECANA que ninguno de los citados puntos se estén llevando a efecto, han solicitado varios años a la Sección de Impacto Ambiental y del Paisaje del Gobierno de Navarra a fin de que compruebe que su recogida se atiene a las prescripciones de la normativa, contestándole que para su control únicamente exigen a la empresa unos informes de parte con periodicidad anual en la que se incluyen unas conclusiones evaluando su cumplimiento, la eficacia de las medidas correctoras, así como la proposición de las medidas correctoras adicionales o modificaciones que fueran necesarias.
Contrariamente a lo preceptuado, los representantes de los cazadores opinan que ello en gran parte no se cumple afirmando que “no hay más que ir al campo en la época de la recolección para comprobar que la recogida de la paja se suele llevar a efecto inmediatamente detrás de la recogida de las cosechas por las cosechadoras, argumentando los agricultores y profesionales que se encargan de comerciar con la misma, ya que si se dejan los preceptivos 10 días a que obliga la normativa se humedece y se aplasta la paja y pierde gran parte de su valor y resulta más dificultoso recogerla”; “Que no tienen constancia de que en la maquinaria de recolección del cereal y de recogida de la paja que operan en Navarra hayan instalado dispositivos “espanta fauna”, “que en referencia a que se debe recoger la paja del centro al exterior de las parcelas, cualquier ciudadano e incluso el guarderío, no hacemos más que observar que la paja no solo se recoge de forma longitudinal a lo largo de los campos, sino que esta labor con las modernas recogedoras de gran amplitud lo llevan a efecto a unas velocidades muy elevadas que eliminan cualquier posibilidad de que las aves o mamíferos que encuentren a su paso se puedan librar de una muerte segura, amén de utilizar la maquinaria para su recolección sistemas de absorción que acrecientan el peligro del que estamos hablando.”
Desde ADECANA afirman que “Si a ello le unimos que tanto las labores de recolección como las de recogida de la paja no solo se llevan a cabo de día sino muchas veces de noche, las afecciones que estas prácticas tienen sobre la fauna son evidentes, lo que conlleva que esta situación debe ser corregida mediante otro método de control que sea más eficiente que un mero informe de parte”. “De poco sirve que desde esta Asociación estemos trabajando en un Proyecto denominado “Salvemos la perdiz y el resto de las aves esteparias”, si en este tema que afecta a las especies no se establece un sistema que como establece la Normativa aplicable realmente garantice que estas prácticas de recolección y recogida de la paja cumplen con los condiciones que establece la citada Declaración de Impacto Ambiental.”
PROPUESTA DE DECLARACIÓN RESPONSABLE
Vistos lo poco que sirve que únicamente se exija la emisión de un informe de parte con periodicidad anual en el que consten las actividades realizadas en el cumplimiento del programa, ADECANA ha presentado esta semana al Servicio de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra una petición para que se establezca un sistema que realmente garantice que esta actividad se lleve a efecto correctamente de acuerdo con lo regulado en la normativa con unos controles de trazabilidad a lo largo de todo el proceso con fin de que puedan ser auditados por la Administración para controlar su efectivo cumplimiento.
La propuesta se basa en que cada productor que su paja tenga como destino la Planta de Biomasa, ya sea de forma particular o a través de los pajeros, rellenen una DECLARACIÓN RESPONSABLE que certifique el cumplimiento de los requisitos que por normativa se exigen, así como cuanta otra información sea de interés para el efectivo control de que se cumplen las condiciones que exige la citada Declaración de Impacto Ambiental.