Recogen 700 peces muertos tras el vertido al río Gobela

El producto detectado es cloro y la multa mínima por delito ecológicosería de 35.000 euros

Los guardas forestales de la Diputación retiraron hasta ayer 700 peces muertos del Gobela tras un vertido. Un centenar de ellos eran espinosos, una especie protegida. Y el resto, barbos y loinas a partes iguales. La causa del episodio contaminante está aún en el aire, pero un portavoz de la Agencia Vasca del Agua (URA) apuntó a EL CORREO que «se sabe que en el río ha habido cloro, pero no se sabe aún dónde está el foco». Se determinará tras conocer los resultados de los análisis del agua y la fauna, que darán las pistas a la investigación abierta para resolver el caso.

Los vertidos han impactado en la zona comprendida entre Fadura -donde está el polideportivo y las piscinas- y Artaza, ya en la parte baja de Neguri Langile. En este punto, los guardas aún recogían ayer ejemplares muertos.

Lo sucedido en la cuenca ha indignado a los vecinos. Reclaman «depurar responsabilidades» e ir hasta el fondo del asunto porque ha habido episodios similares que al final se han diluido sin conocer las multas impuestas ni el causante en muchos casos. Según el presidente de la asociación de afectados por las inundaciones del Gobela, Kike Prada, «haber contaminado y provocado la muerte de ejemplares del pez espinoso, una especie endémica, debería constituir un delito ecológico».

¿Puede constituir delito ambiental este suceso? Una portavoz de la Diputación afirma que «es la Fiscalía Medioambiental quien decide si le da esa tipificación a lo ocurrido en base a diferentes razones». Lo que más pesa en estos casos es «la sospecha de que se trate de un acto premeditado, de que se actúe con voluntad de causar daño». «Cuando una especie tiene un grado de protección, el importe de la sanción por los daños que se le causan es mayor», incidió. La misma portavoz foral aclaró que en este caso, «la multa mínima a imponer sería de 35.000 euros».

Fuente. elcorreo.com