El zorro común o zorro rojo (Vulpes vulpes) es una especie de mamífero muy conocida, de la familia de los cánidos, de distribución holártica, aunque también fue introducido en Australia en el siglo XIX. Es un animal silencioso y muy cauteloso, que caza sobre todo por la noche. Durante el día permanece oculto entre los matorrales o en sus madrigueras, excavadas en parajes secos y escondidos, a menudo entre las rocas, los barrancos herbosos y las espesuras.
Su nombre científico, Vulpes vulpes, no es más que la repetición de la palabra latina, vulpes, que significa zorro. Su nombre común de zorro rojo viene de su coloración más habitual en la naturaleza, el pardo rojizo, aunque existen individuos de una gran gama de colores, dándose variedades como el denominado zorro plateado, que es de tonos grises y que se ha criado en cautividad con fines peleteros.
El zorro común es de lejos la especie de zorro más abundante, encontrándose en casi cualquier hábitat del hemisferio norte, ya sean bosque caducifolios o de coníferas, praderas, zonas costeras, la tundra alpina, la taiga o las mesetas montañosas. Es un generalista capaz de coexistir con especies más especializadas de zorros como el zorro ártico. El zorro es capaz de sobrevivir en zonas urbanizadas y densamente pobladas por el hombre.
El zorro está presente en la mitología de muchas culturas y también aparece en innumerables cuentos y fábulas generalmente representando la astucia y la inteligencia.
Es una especie de cánido pequeña, aunque es el más grande del género Vulpes: los zorros verdaderos. Los ejemplares adultos de zorro común pesan de 3,6 a 7,6 kg dependiendo de la región donde habite, siendo los que viven el en latitudes más septentrionales mayores que los que viven en el sur, según la Regla de Bergmann; los zorros que viven en Canadá y Alaska tienden a ser mayores que los que viven en el Reino Unido, que a su vez son mayores que los que viven en el sur de EE. UU. Los individuos más grandes pueden llegar a pesar más de 14 kg. La longitud cabeza-cuerpo va de 46 a 90 cm, con una cola de unos 55 cm. Los zorros presentan cierto dimorfismo sexual, siendo los machos un 15% mayores que las hembras. Su tamaño se puede estimar por las huellas. Las huellas de zorro común son de media de 4,4 cm de ancho y 5,7 cm de largo. La distancia normal entre pasos al trote para un zorro es de entre 33 a 38 cm.
El zorro común generalmente es de color rojizo, con las puntas de las orejas y los extremos de las patas negros, con una cola poblada cuya punta es blanca, como lo es su panza. Esta tonalidad roja puede variar desde el pardo rojizo hasta el rojo anaranjado, pero la gama de colores de su pelaje es amplia pudiendo ser de colores ocres, grises e incluso negros y blancos, y aunque su capa superior suele ser más o menos uniforme puede presentar manchas y franjas. Los zorros grises y negros, que en peletería son denominados zorros plateados, en la naturaleza son aproximadamente el 10% pero son la variedad de color que más se cría en cautividad. Alrededor del 30% tienen otros patrones de color oscuro, como manchas en la cara, muslos o lomo, o dos franjas (una que recorre los hombros y otra a lo largo de la columna). Estos son denominados zorros cruzados en peletería. En Norteamérica el pelaje de los zorros suele ser largo y suave mientras que los zorros europeos lo tienen más corto y menos esponjoso. Durante el otoño y el invierno los zorros se cubren con una capa de pelo más larga y espesa. Esta capa de invierno está destinada a protegerles de las bajas temperaturas y se cae al iniciarse la primavera, quedándose con una capa de verano más corta y menos poblada.
El color de los ojos del zorro varía del anaranjado al amarillo dorado. Sus pupilas no son redondas sino elípticas y orientadas en posición vertical. Aunque es de hábitos nocturnos su visión en la oscuridad de la noche es pobre, guiándose más por el olfato y el oído. Sus fuertes patas le permiten alcanzar velocidades considerables de hasta 72 km, que le hacen capaz de alcanzar veloces presas o evadirse de sus predadores.
Su larga y poblada cola, que suele llevar en posición horizontal, forma parte de su imagen icónica. Mide aproximadamente una tercera parte de su longitud total. La usa para multitud de tareas: como almohada cuando duerme, para protegerse de la radiación solar, para comunicarse o espantar insectos. Además le sirve para mantener el equilibrio cuando corre o salta. Su distintiva punta blanca nos sirve para identificarlo rápidamente y distinguirlo de otros cánidos.
Como curiosidad los zorros carecen de los músculos faciales necesarios para enseñar los dientes como hacen los demás cánidos.