La temporada de pesca se inaugura en Guipúzcoa el próximo 7 de abril. Cantidad de aficionados se apostarán en los ríos del territorio con la intención de capturar los primeros y más hermosos ejemplares de trucha. Algunos, con intención de degustarlas, otros para devolverlas al río y desafiarlas días después, pues la pesca sin muerte se está extendiendo cada vez más.
En el primer día de la temporada suelen ser habituales las aglomeraciones y también las frustraciones. Si el esfuerzo de madrugar no rinde, se echa la culpa a la falta de peces y muchos abandonan apenas comienzan a pescar.
Life Guías de Pesca, la única agencia estatal especializada en lance, con sede en Guipúzcoa, en colaboración con Adecap Gazteak, ha ofrecido recientemente consejos a los pescadores para sacar más provecho a estas primeras jornadas. El responsable de la citada empresa, Aratz Zuazo, apunta estas recomendaciones:
1- Planificar la actividad. Pensar cómo se va a pescar ese primer día. Si va a ser a cebo, a cucharilla a lance o a mosca. Preparar el material y probar que funcione todo bien. Comprar las líneas, señuelos etc., acudiendo a la tienda habitual para estar al tanto de las novedades. Las líneas envejecen si se mantienen cinco meses retenidas en el carrete. Las cucharillas y los anzuelos se oxidan. Estos pequeños detalles influyen en el rendimiento de la jornada.
2- Examinar el terreno. Ir un par de días antes al río si no se conoce para que resulte todo más familiar. Normalmente se acude a pescar de noche y si no se conoce la zona las capturas se ven dificultadas.
3- Movimientos de la trucha. Hay que atender a la trayectoria del pez. Al principio de la temporada la trucha está muy aletargada y se sitúa en los fondos, en zonas muy tranquilas, para no desgastar demasiada energía. Sus necesidades alimenticias aumentan en esta época, por lo que necesita moverse más. Ha pasado la freza (época de reproducción) y los ejemplares grandes son los primeros que se desplazan en busca de aporte nutritivo.
4- Pescar al fondo. Al principio hay que pescar muy en el fondo, buscar todas las piedras e ir pasando el señuelo por el fondo. Según va avanzando la temporada se pesca más en superficie, se aprovecha más el sol, las aguas son también más calientes.
5- Dejar espacio. El primer día hay muchos pescadores en el río. Hay que dar cierto espacio a la gente y coger distancia sin intentar avasallar porque esa actitud no beneficia a los aficionados ni a la pesca. Si algún pescador ha pisado el río y ha asustado a las truchas conviene esperar a que se tranquilicen y se vuelvan a poner en posturas (comiendo). En primavera se ponen mucho más rápido que en verano porque tiene más necesidad de alimentarse.
6- Modalidades. En Guipuzkoa y Bizkaia es muy conocida la pesca a cebo, pero de forma muy tradicional. La pesca a la polaca (a la ninfa) es una modalidad muy atrayente que cada vez tiene más adeptos. El lance se practica de distintas formas.
7- Pescar sin muerte y respetar las tallas. Soltar un animal y volver a pescarlo al de pocos días resulta muchas veces más satisfactorio que llevárselo y comerlo en cinco minutos. Una trucha de un kilogramo pone de 2.000 a 4.000 huevos, que se traducen en muchas truchas para otra temporada y para generaciones posteriores.
8- Manejo de la trucha. En la pesca sin muerte es importante utilizar la sacadera (red que se lleva en el bolso o la espalda) para manipular rápidamente a la trucha sin dañarla. La red evita que se les retire la piel y las escamas, en cuyo caso corren el riesgo de coger una infección mortal¬. El número de truchas que mueren por una mala manipulación es muy elevado. Antes de coger una trucha es conveniente también mojarse la mano para evitar el contraste entre la temperatura del río (10º) y la de la mano (30º), así como para no rozar su piel. Usar un anzuelo sin muerte (sin arponcillo) facilita el ???desanzuelado??? y, por último, hay que devolverla de forma prudente al agua sin tirarla ni golpearla contra las piedras.