Van a difundir un manual digital con recomendaciones sobre el manejo de armas de fuego, los accidentes provocados por especies cinegéticas, las batidas y la caza menor
I. AJURIA
Se calcula que a nivel estatal hay unos 800.000 cazadores que disparan, cada año, tres millones de balas y 150 millones de cartuchos. Una bala puede ser letal en cualquier momento y un perdigón te puede lesionar un ojo a menos de cien metros.
Según datos de la mayor aseguradora de cazadores que hay en España, Mutuasport, la media de personas fallecidas por actividades relacionadas con la caza, ya sea en la propia cacería o en el camino de ida y vuelta, fue de 55 al año en el periodo comprendido entre 2003 y 2012. Otro 1,4 sufrieron lesiones que les produjeron una gran invalidez. De los cazadores que fallecieron, la mitad lo hicieron por disparos de una escopeta propia o ajena y el resto, por siniestros inducidos durante la actividad.
Con el fin de prevenir este tipo accidentes, la Asociación en Defensa del Cazador y el Pescador, Adecap, y Mutuasport se han animado a lanzar una campaña conjunta de prevención en la que también tomará parte la revista Trofeo de Caza. Se articulará a través de un manual digital dirigido especialmente a los más jóvenes. Estará dividido en cinco capítulos: manejo de armas de fuego, recechos y esperas, accidentes de circulación provocados por especies cinegéticas, batidas de caza mayor y caza menor.
“En Adecap, la preocupación por los accidentes de caza ha sido una constante. Este año que cumplimos nuestro 25 aniversario, y hemos desarrollado un amplio número de actividades, nos hemos lanzado a hacer algo más concreto con el apoyo de Mutuasport”, han explicado desde la asociación vasca.
ARMAS El primer capítulo del manual está centrado en las armas de fuego. En él se habla de la seguridad y las precauciones que deben adoptarse al manejar escopetas, rifles y cartuchos, tanto en el campo, como en casa. “Cientos de miles de aficionados salen al campo día tras día, muchas jornadas al año, y sin embargo tan solo se producen algunos percances que se podrían evitar fácilmente extremando las precauciones y con un poco de sentido común”, advierten la publicación.
“El gran problema es que estos pocos accidentes –prosigue el manual-, sobre todo en los que intervienen armas de fuego, suelen ser graves cuando no mortales y no podemos permitir que se produzcan porque, no sólo nos jugamos la vida, sino que despiertan una inusitada alarma social que no nos beneficia en nada”.
Un ejemplo de los consejos que se enumeran es el siguiente: “Cazando en mano hay que procurar no ponerse en la línea de tiro de ningún cazador y pensárselo muy bien antes de disparar, por la posible presencia de alguna persona dentro del campo de tiro u oculto detrás de la maleza”. El texto también recomienda utilizar chalecos o gorras de color naranja, mantener las escopetas abiertas o descargadas cuando el cazador esté parado, y portar las armas en seguro hasta el momento de disparar cuando se camine por terrenos irregulares.
Durante los recechos, y teniendo en cuenta que el cazador puede tropezar o engancharse el arma con alguna rama, lo más conveniente es caminar con el rifle descargado, sin ningún cartucho en la recámara.
Sobre los accidentes provocados por especies cinegéticas, Mutuasport recuerda que la modificación de la Ley de Tráfico impulsada por la Oficina Nacional de la Caza, organización de la que forma parte Adecap, ha restringido la responsabilidad de los titulares de cotos. El manual explica en qué ha consistido este cambio normativo y cómo hay que actuar de sufrir un siniestro de este tipo.
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