Los últimos años han sido horrorosos para los cazadores. La paloma torcaz lleva tres temporadas esquivando los cielos de Gipuzkoa. La meteorología hizo que los bandos buscaran los pasos más alejados de la costa y ello provocó que las capturas fuesen inferiores a las esperadas. Pero este año todo puede ser diferente. «Hay una gran expectación entre los cazadores.
Las témporas anunciaron predominio de vientos del sur y ello ha despertado un gran interés. La gente está deseosa de que los primeros bandos empiecen a entrar. Ya veremos qué sucede», afirma José María Usarraga, presidente de la Federación Guipuzcoana de Caza.
Las sociedades cinegéticas ultiman ya los preparativos para la nueva temporada de caza. La veda general se abre el martes próximo, aunque algunos ya disfrutan de esta actividad -sólo desde puestos fijos-, desde finales de septiembre. En Gipuzkoa 12.000 cazadores aguardan al pase migratorio.
Algunos aficionados ya han cobrado los primeros ejemplares. «Han sido capturas aisladas», afirma Usarraga. El principal flujo migracional llegará con la entrada de los primeros temporales que preceden a la irrupción del invierno, cuando el frío comience a apretar en el norte de Europa, a finales de este mes y primeros de noviembre, explica el presidente de la federación de caza.
La paloma torcaz, la malviz y la becada son las especies reinas de la temporada. Las dos primeras se capturan en puestos fijos. La becada, a pie, con la ayuda de un perro. La más abundante de todas es la torcaz. Se espera que millones de ejemplares atraviesen los cielos de Gipuzkoa durante las próximas semanas.
Al igual que en pasadas ediciones, en el territorio se han levantado este año 4.000 emplazamientos que se distribuyen en noventa zonas o líneas.
Novedades en la becada
La Federación es la adjudicataria de estas líneas y delega en las sociedades de caza la gestión de las mismas. La asignación de los puestos se efectúa mediante un sorteo diario y cada cazador sólo puede acudir a uno. Para ello, se le proporciona una tarjeta que le posibilita el acceso y que es marcada en cada sorteo. El sistema de sorteo de Gipuzkoa es diferente al de otras comunidades, donde la gestión se realiza mediante cotos, por lo que los cazadores han de pagar en algunos casos importantes sumas.
La captura de la becada presenta este año una importante novedad. Todos los cazadores están obligados a registrar las capturas y a dar cuenta de las mismas. Para ello, han de proveerse de una tarjeta que expide la Federación y que permite realizar un total de quince capturas, con un cupo máximo de tres por día.
De esta manera, en el momento de iniciar la actividad, el cazador deberá perforar la fecha correspondiente a ese día en el calendario. Además, tendrá que marcar la casilla de la zona en la que se encuentra. Pero eso no es todo. A toda becada capturada se le deberá instalar en una pata un precinto autoadhesivo que se le facilitará con la tarjeta. Una vez agotadas las capturas, el cazador podrá renovarlas de forma completamente gratuita, siempre que previamente haya cumplimentado debidamente y entregado la tarjeta anterior en las oficinas de la Federación Guipuzcoana de Caza.
«Este sistema va a ser único en Europa. Va a existir un control absoluto sobre la becada. De esta manera, si alguien es sorprendido con una pieza que no tenga el precinto en la pata o carezca del parte de capturas se enfrenta a una sanción grave», afirma Usarraga.
El presidente de la federación recuerda que los precintos son personales e intransferibles. Cada uno de ellos lleva inscrito el DNI del cazador. Hasta el martes pasado se habían tramitado nada menos que 2.200 de estas tarjetas.
Por otro lado, la Federación, en colaboración con la Diputación, se ha comprometido a participar en una campaña de sensibilización, para que las zonas de caza queden limpias. Para ello, se distribuirán bolsas reutilizables en la que deberán ser introducidos los cartuchos usados. De igual manera, se distribuirán trípticos sobre la necesidad de mantener el monte limpio.
Además, en febrero, cuando finalice la temporada, catorce sociedades de Bidasoaldea y Oarsoaldea limpiarán el parque de Aiako Arria y de Jaizkibel.
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