Por lo
demás, las posiciones
estuvieron enfrentadas. «Hay
más daños de
jabalíes que de lobos y, sin
embargo, no se criminaliza la
especie», mantiene Fructuoso
Pontigo, portavoz de la
Coordinadora Ecologista de
Asturias.
Según
los datos que manejan los
ecologistas, «la población
de lobos no ha crecido en los
últimos años» y por
eso no están justificadas
las batidas que exigen otros
colectivos. «Nosotros estamos de
acuerdo con que se maten lobos si
es para controlar de verdad la
especie, pero no se puede abatir
todo lo que se mueve»,
señala. En ese sentido, el
portavoz de la Plataforma Asturias
Ganadera, Xuan Álvarez,
asegura que el lobo «no es una
especie vulnerable» y que la
población ha ido en
aumento. Además, «en
Asturias sólo se paga el
veinte por ciento de los
daños que sufren los
ganaderos porque el resto no se
denuncia».
Anselmo
García, representante de las
reservas de caza del Principado,
afirma que «nadie quiere que se
extinga el lobo, pero tampoco la
ganadería», una
opinión que comparte
Valentín Morán,
presidente de la Federación
Asturiana de Caza. «El lobo no
puede vivir a costa de los
cazadores y los ganaderos», dice.