Gonzalo Aumente González acaba de ser elegido presidente de la Sociedad de Cazadores «El Narcea». Fue el candidato más votado en las últimas elecciones, a las que fueron convocados los 444 socios de la entidad.
Aumente se hace cargo de una situación complicada, con problemas económicos que han llevado a situaciones de impago a los propietarios de los terrenos del coto de caza y a una cierta desunión entre los cazadores de Cangas del Narcea. Con 57 años, vuelve a donde empezó, pues fue socio fundador de la Sociedad y su primer vicepresidente, y lo hace con la ilusión de recuperar el espíritu de antaño.
-¿Por qué se presentó usted para presidir la sociedad?
-Por una razón muy simple: siempre pensé que esta sociedad tiene un espíritu que nunca debió perder. En un principio nos agrupamos para poder cazar donde antes no se podía y estábamos muy unidos en torno a los antiguos cazadores, que nos enseñaron todo lo que sabemos. Y, por qué no decirlo, unidos por una camaradería que era lo que más nos motivaba a cazar.
-¿Por qué se ha perdido?
-No hay duda de que todos tenemos nuestra responsabilidad y no es cuestión de señalar a nadie. El tiempo ha hecho mella; tenga en cuenta que empezamos en el año 1989, cuando ni siquiera teníamos coto de caza, y, con el apoyo de la Consejería, tuvimos que negociar con los propietarios. Aquel espíritu se fue perdiendo ante la falta de algo tan concreto por lo que luchar.
-¿Cual es la situación económica de la sociedad?
-Eso es algo que no le puedo decir, porque aún no hemos celebrado la primera junta directiva.
-Pero se habla de un importante agujero económico…
-Habladurías de la gente. No pensamos responder a eso. La situación interna de la sociedad no es comentable, de momento.
-¿Van a encargar una auditoría para evaluar el estado contable de la sociedad?
-Tampoco se lo puedo asegurar. Será algo que debatamos en la Junta Directiva.
-¿Subirán las cuotas a los socios ante esta situación?
-Esperamos no hacerlo.
-Esos supuestos problemas económicos, ¿son los que llevan a no pagar los daños del jabalí?
-Eso es totalmente cierto, no lo vamos a negar: hay daños de jabalí, de los que tenemos que pagar a los propietarios, que están sin pagar. Pero déjeme decirle que esta sociedad siempre ha pagado y siempre lo hará. Más tarde o más temprano, pero se van a pagar. Queremos tranquilizar a los propietarios porque eso es seguro: van a cobrar lo que les corresponde. Es nuestra máxima prioridad ahora mismo.
-¿Son conscientes del enfado de algunos propietarios de terrenos del coto?
-Sí, y les entendemos. Están en todo su derecho.
-¿Y cree que ese enfado hará que presenten alegaciones para que sus terrenos sean excluidos del coto?
-Se ha abierto ahora el período de alegaciones, que dura un mes, para que los propietarios que lo estimen oportuno plantéen si quieren pasar de zona de reserva cinegética a zona del parque natural, que equivale a tener un trato diferente. Quienes así lo decidan estarán en su derecho, por supuesto. Por nuestra parte, tenemos toda la intención de negociar para encontrar la mejor solución para ambos. El beneficio es para todos y eso hay que hablarlo.
-¿Qué propondrán en esas negociaciones?
-El coto está muy consolidado, pero queremos mostrar nuestra total tendencia al acuerdo y a la sintonía con los propietarios y con sus demandas, encontrar los puntos de encuentro. Esta es una actividad que genera dinero y movimiento, y es positiva para el pueblo, para los cazadores y para los propietarios de los terrenos, que sacan un beneficio de ellos. Estoy seguro de que los problemas se pueden solucionar.
-También hay quejas por el poco cuidado que se tiene con los cierres de las fincas, por ejemplo.
-Eso no me consta pero, de igual forma, siempre hay que escuchar a todo el mundo. Déjeme reiterar que tenemos total disposición a oír lo que tengan que decirnos.
-¿Hay más cazadores ahora o en 1989, cuando ustedes comenzaron con la sociedad?
-Más o menos los mismos. Debíamos ser unos 400 y ahora somos 444. Pasamos una época en la que descendió el número de asociados, pero luego se recuperó la afición. Estamos bien en ese aspecto.
-¿Qué le animó a usted a hacerse cazador?
-No fue desde pequeño, porque no, pero me aficione de joven a las armas de fuego y, luego, me encantó la camaradería y el gran ambiente de amistad que hay en las cuadrillas de caza del Narcea.
-¿Cuántas hay ahora mismo?
-Somos 16 cuadrillas las que salimos a cazar por el coto.
-¿Tienen intención de ampliar el coto de caza del Narcea?
-No, tenemos 45.767 hectáreas y mantenerlas ya es suficiente para nuestros nuestros objetivos. Por supuesto, nunca diríamos que no a una ampliación, pero no nos lo planteamos.
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