Bernardo Gutiérrez San Miguel, de 47 años, es el nuevo presidente de la Sociedad de Cazadores del Oriente de Asturias-La Llanisca (Socoa) tras haber ganado las elecciones el pasado 7 de agosto.
Abogado, con residencia en León, cuenta con raíces familiares en Nueva. En el proceso electoral mantuvo un tenso debate con la candidatura continuista y realizó una batería de promesas que ahora tiene que cumplir. Va a presidir un colectivo con 381 socios, tres guardas y un presupuesto de 229.510 euros. El año pasado se abatieron en el territorio 362 jabalíes y 45 corzos.
-¿Cómo van sus primeros 40 días en el cargo de presidente?
-Estamos tomando contacto para conocer los procedimientos y los derroteros. La primera preocupación son los cuantiosos daños que se generan por los accidentes de tráfico contra corzos y jabalíes. En este momento hay 45 procedimientos judiciales abiertos y otros cinco más que se sumaron en fechas recientes. La sociedad tiene que pagar una franquicia de 500 euros en cada accidente que se produzca.
-¿Cuánto pagan de póliza?
-Nos cuesta 22.000 euros y cubre la totalidad del daño, menos nuestra franquicia de 500 euros. Esa franquicia supone otros 22.000 euros anuales por lo que al final pagamos 44.000 euros, aproximadamente. Para abaratar la póliza estamos pensando negociar con la compañía el seguro individual de cada uno de los 381 socios para tratar de obtener algún descuento.
-Su primera propuesta al presentarse a las elecciones fue la de realizar una auditoria en busca de transparencia y honradez en la gestión. ¿Ya tienen resultados?
-La auditoría no persigue cortar cabezas. Se trata de ver la situación económica real de la sociedad porque sólo conocemos los presupuestos, pero no las cuentas. Tenemos que saber en qué se gastaba el dinero y a finales de octubre tendremos los resultados de los que se dará traslado a todos los socios. En ese momento sabremos dónde estamos y cómo hemos llegado hasta aquí.
-También se comprometió a limitar la entrada de nuevos socios.
-En caza mayor ya no puede entrar nadie porque las cuadrillas están formadas. En caza menor la vamos a limitar drásticamente porque el modelo anterior era inviable. La presencia de cazadores foráneos por todas las esquinas del coto desató quejas generalizadas.
-Otra oferta electoral era la de ajustar los gastos para bajar la cuota anual a los socios.
-Vamos a intentar cumplir esa promesa aunque es conveniente explicar que cazar por 300 o 400 euros anuales, como ocurre en Llanes, es un regalo. Para ello hay que mejorar las cuentas con la reducción del coste de los seguros y con los gastos en litigios judiciales. Para los litigios la anterior directiva había presupuestado 13.000 euros anuales y a 5 de julio ya llevaban gastados 33.000, es decir 20.000 euros más de los previstos. Los directivos José Elvira y Ramón Inés van a llevar una gestión rigurosa del presupuesto, que junto con los otros dos supuestos permitirá ajustar los números y bajar el coste de la tarjeta.
-Prometió limitar, incluso, las tarjetas de invitados para una sola jornada.
-Efectivamente. Las tarjetas de invitación para caza menor ya están suprimidas. El año pasado hubo unos días en que se cerró la caza en casi toda España y en Llanes se seguía cazando. Se dieron hechos lamentables con la presencia de cazadores foráneos que por 60 euros arrasaron con todo lo que encontraban. Sin embargo en caza mayor siguen vigentes las tarjetas de invitación: 30 euros por jornada para socios y 60 para los que no lo son.
-¿Qué va a pasar con los recechos de corzo, otro caballo de batalla?
-Antes no había censos de población y se cazaba según la demanda. Lo primero es saber el número de ejemplares que tenemos y los guardas van a realizar el muestreo. En cada zona se va a cazar lo que se pueda matar porque hasta ahora había lotes esquilmados, como Sierra Plana, que tenía mucha presión por ser un lugar al que resulta cómodo y fácil llegar. Todos los socios tienen que tener presente que los nuevos sorteos de corzo van a ser justos, claros e igualitarios.
-Por cambiar, hasta cambiaron la sede social de Socoa.
-Los gestores actuales de Socoa no somos jubilados y el local anterior, que estaba en el Casino, no era operativo porque permanecía cerrado los fines de semana. Antes era gratis y ahora pagamos 200 euros de alquiler pero se rentabiliza porque nos permite trabajar cuando podemos hacerlo. Además, tampoco tenemos que depender del Ayuntamiento de Llanes, aunque nuestra intención es la de mantener buenas relaciones.
-En 2011 habrá que renovar la titularidad del coto. ¿Están preparados?
-Tenemos que espabilar porque cualquier sociedad puede optar a la gestión. Hoy se están constituyendo sociedades de caza muy fuertes a nivel nacional que pueden aprovecharse provocando una escisión entre los cazadores locales.
-¿Cuál es su balance personal?
-Presidir Socoa es un asunto ilusionante. El reto es hacer cosas en beneficio de todos los socios.
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