Llegó el día. Hoy
dará comienzo en las nueve provincias
de la Comunidad la temporada de caza de la
media veda, «una campaña que
arranca con las peores previsiones de los
últimos cincuenta años, al
menos en las provincias de la zona sur de la
Comunidad ya que en Ávila,
Salamanca, Segovia o Valladolid habrá
muchos cazadores que no conseguirán
ni levantar, ni mucho menos abatir, ni una
sola codorniz durante toda la mañana.
Es triste que antes de que la temporada
empiece los cazadores tengamos estas
previsiones y está desilusión
encima, pero en más de cincuenta
años que venimos saliendo a cazar
nunca vimos nada igual»,
señaló a EL MUNDO DE
CASTILLA Y LEÓN Jesús
Hernández Matesanz, delegado
provincial de la Federación de Caza en
Valladolid.
El dirigente federativo, como cientos de
cazadores levantando sus voces, achaca esta
falta de codornices, sobre todo, a las
prácticas agrarias que se están
empleando en prácticamente toda la
región desde hace ya más de
una década. «No nos
extraña que cada vez seamos menos
cazadores.
El último censo en Castilla y
León, el del año 2014, apunta a
que teníamos algo más de
101.000 cazadores pero cada vez somos menos
porque cada vez es más difícil
encontrar lugares óptimos para poder
salir a cazar. Ahora mismo, Castilla y
León tiene un porcentaje
altísimo de su territorio totalmente
arado y sin rastrojeras susceptibles para
albergar alguna codorniz, porque esta especie,
como muchas otras, ha quedado desprotegida
de su hábitat de la noche a la
mañana por obra y gracia de una
agricultura muy agresiva con el medio y claro,
la codorniz ha buscado otros lugares para
asentarse y desde luego, bastante lejos de los
sitios donde siempre se cazaron en nuestra
tierra», señala el presidente de la
Federación de Caza de Castilla y
León, el burgalés Santiago
Iturmendi.
«Con todo, y como siempre pasa
con la especie, algún aficionado
tendrá suerte de dar con algún
corro codornicero, sobre todo en la provincia
de Burgos, donde se cazan más de la
mitad de las codornices que se capturan en
Castilla y León, y podrá tener
una mañana más o menos
aceptable, pero dudo mucho que incluso en los
lugares que siempre fueron calificados como
santuarios para la codorniz, como en las
riberas de los ríos burgaleses, e incluso
en cotos cercanos a la propia capital, haya
algún afortunado que se pueda
aproximar a las 30 codornices que establece el
cupo de ejemplares permitidos abatir en una
sola jornada por un cazador, algo que para la
mayoría de los aficionados va a
resultar inalcanzable, posiblemente en toda la
temporada, aunque fiaremos a la suerte a que
algún cazador, eso sí, siempre
acompañado por buenos perros, pueda
llegar a esta cifra soñada que no hace
muchos años era muy frecuente lograr
entre muchos cazadores».
Santiago Iturmendi manifestaba en
exclusiva a este diario que la
Federación de Caza «está
trabajando con la Administración en
una medida que será pionera en
España en estos cotos donde las
prácticas agrícolas dejan sin
hábitat a las diferentes
especies». «Pretendemos que
estos acotados no puedan ser catalogados
como cotos de caza y pierdan esta
condición y no se pueda cazar en los
mismos, con los problemas que ello puede
acarrear a los propietarios de estos terrenos.
Si los propietarios quieren dedicarse
exclusivamente a la agricultura, que lo hagan,
es totalmente lícito, pero que corran
también ellos con los gastos que
originan las diferentes especies, que puede
llegar a ser superpoblación en un
espacio corto de tiempo, como pasa en
algunos lugares de España, ya que no es
justo que siempre sean los cazadores los
grandes perjudicados y los que al final, ni
cazan y además les toca correr con
todos los gasto por
daños».
La temporada de la media veda
concluirá el 20 de septiembre. La orden
anual de caza permite cazar durante esta
temporada codorniz, urraca, corneja y zorro y
a partir del día 23, tórtola
común -8 ejemplares- y paloma torcaz.