Todos los grupos con
representación en el arco parlamentario
gallego sumaron ayer sus votos para expresar
su acuerdo en torno a la necesidad de reformar
la Ley de caza para impedir la
utilización de munición con
plomo, dado su efecto contaminante.
Este asunto fue defendido por la diputada
del BNG Ana Pontón, quien
advirtió de los riesgos para el medio
ambiente y la salud humana de este metal y
pidió su sustitución por otro
material menos «contaminante y peligroso».
De hecho, recordó que ya en 2001 se
prohibió su uso en humedales y en
zonas de Red Natura.
Todos los grupos coincidieron en el
daño que genera el plomo y, de hecho,
la socialista Patricia Vilán cifró
en más de un millón de aves al
año las que mueren por consumir
perdigones que quedan depositados tras las
batidas.
Es por ello que Antón
Sánchez, de AGE, incidió en la
necesidad de sustituir estas balas, al igual que
ya se hizo con las pinturas y los combustibles.
Y es que, a su juicio, debe pesar más
la protección de la salud y el medio
ambiente.
Por su parte, el diputado del PP Santiago
Freire se mostró de acuerdo en que la
sustitución «gradual» de este tipo de
balas es la solución «óptima».
La labor de la administración, a su
juicio, ha de ser «sensibilizar» sobre la
contaminación y promover alternativas
«no tóxicas».