La asociación que agrupa
al colectivo de paranyers (Apaval) acaba de
presentar un recurso contencioso-
administrativo contra la resolución de
la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y
Medio Ambiente que denegó los
permisos para utilizar paranys
científicos solicitados en octubre del
2014, informó ayer el presidente de
Apaval, Miguel Ángel Bayarri.
Precisó que se ha iniciado esta
vía judicial “porque es la
única posible después de agotar
la de los recursos ante la
Generalitat”.
Recién llegado de la asamblea en
Marsella de la Federación de
Asociaciones de Caza Europeas (Face)
celebrada el pasado fin de semana, Bayarri
explicó que mientras esperan la
sentencia que resuelva el contencioso, piensan
“en hacer otro tipo de estudios
complementarios encaminados siempre a
conseguir la legalización del
parany”.
Según el portavoz de los
paranyers, dichos trabajos serán
“de observación visual, como los
que hacen los ecologistas y para los que no
hacen falta permisos de ninguna clase”.
No obstante, Miguel Ángel Bayarri
puntualiza que “los resultados no
serán ni de lejos tan fiables como los
que pueden conseguirse con los paranys
científicos” que no les permiten
ahora utilizar.
Por otra parte, informó de que en
la reunión de la Face el colectivo ha
planteado como propuesta, “con una
apuesta muy fuerte, –manifestó
Bayarri– que la Unión Europea
modifique su directiva y permita a los
miembros de la asociación realizar la
tarea de anillado de aves, igual que la
organización ecologista SEO Birdlife
puede hacerlo ahora”. La finalidad
vuelve a ser la de estar en condiciones de
investigar para poder aportar informes
científicos que lleven a la
legalización del parany. En este caso,
dentro de la línea de “actualizar
normativas que datan de 1979 y desde
entonces las cosas han cambiado
muchísimo”, dijo el
portavoz.
comisión europea // Otro frente
que mantienen abierto los paranyers en su
lucha por lograr la despenalización
legal de esta práctica
cinegética, se sitúa en la
Comisión Europea ante la que, tras el
cambio de gobierno, presentaron a mitad del
mes de enero la documentación que,
según Apaval, acredita que el parany
es una caza selectiva.