Desde una hora antes de la
salida del sol, mañana sábado
15 de agosto, se abrirá la Media Veda
en toda la provincia de León, pese a
que algunos acotados de las zonas norte y
oeste no abrirán hasta octubre, bien
por no ser zonas propiamente codorniceras o
por carecer de terrenos adecuados para este
tipo de caza.
En los acotados donde abundan las
rastrojeras, toda la Tierra de Campos desde
Sahagún hasta Valderas y en las vegas
del Esla, Órbigo y Cea desde primeras
horas de la mañana, una buena parte de
los 20.000 cazadores en León, de los
100.000 que la Federación de caza
calcula para toda la Comunidad,
saldrán con sus perros para iniciar la
temporada. Las previsiones no son buenas. Los
calores excepcionales y la sequía del
mes de julio, junto con la retirada de pajas en
los secanos han empeorado unas previsiones
que no apuntaban nada bien en el momento de
cosechar las parcelas de trigo y cebada. Una
cosecha bastante inferior a la prevista y las
cosechadoras apurando los rastrojos no
favorecen el hábitat de la
pequeña gallinácea.
Tampoco es positivo recoger la paja antes
de tiempo y dejar las parcelas sin apenas
protección. En algunas zonas
tradicionales de secano, ya llegan
regadíos en precario, lo que influye
muy positivamente pues encuentran refugio en
las manchas salteadas de maíz. En los
regadíos, especialmente los del
Páramo leonés, las cosas iban
algo mejor. En los últimos días
las cosechadoras están apurando la
recolección, pese a lo cual
quedarán algunas parcelas sin
cosechar.
Fuentes de la Federación de Caza
indicaron en su momento una buena entrada
de codornices, pero el caluroso verano las
habría empujado bastante hacia el
norte a zonas en las que ni siquiera se cazan.
El mes de agosto está dejando unas
temperaturas normales que no habrán
incidido en el desarrollo de las polladas.
Habitualmente el calor es positivo para el
desarrollo de las pequeñas
gallináceas que acostumbran a iniciar
sus migraciones precisamente cuando la
temperatura refresca. El problema no es tanto
la sequía, ya que pueden mantenerse
con el rocío matinal, sino la falta del
necesario refugio que las convierte en presa
fácil de sus numerosos
depredadores.
En este sentido las prácticas
agrícolas modernas resultan agresivas
en exceso y no ayudan a la permanencia del
ave en los rastrojos. El problema de las vegas
y del Páramo es que se siembran pocas
‘pajas’, trigos y cebadas,
predominando de forma casi abusiva el
maíz. Esto hará que los
cazadores se concentren en las escasas
parcelas de rastrojo desalojando las aves hacia
el refugio seguro tras los primeros disparos.
Cuando avance la temporada y las codornices
inicien su migración, pueden volver a
entrar en las rastrojeras de secano, pero de
cara a la apertura todas las informaciones que
nos llegan de los pastores, de los maquinistas
de cosechadoras y de los muestreos de los
propios cazadores, apuntan a un mal
año de codorniz en las estepas
cerealistas del sur de León. En todo
caso, mañana se despejarán las
dudas de una temporada que se inicia con
ilusión. El pasado año, sin unos
buenos comienzos, la campaña fue de
menos a más acabando mejor que
comenzó. Esperemos de este
año algo parecido.