¿Quién se come
las carroñas de la caza mayor? Hasta
ahora no había una información
sistematizada sobre las especies que se
alimentan con los restos animales que deja la
actividad cinegética (100 millones de
toneladas solo en Europa y EE UU).
Una investigación internacional
acaba de aportar datos sobre el patrón
estructural de las comunidades de
carroñeros de todo el mundo: casi 80
especies de vertebrados consumen la
carroña de la caza, mayoritariamente
aves (un 66%, frente a un 34% de
mamíferos). Los científicos
(uno de ellos el murciano de adopción
José Antonio Sánchez Zapata,
de la Universidad Miguel Hernández de
Elche) obtuvieron la información,
gracias a cámaras de fototrampeo, de
más de 350 cadáveres de
ungulados como ciervo, jabalí, rebeco y
arrui (en este caso en Sierra Espuña) en
nueve ecosistemas diferentes de la
España peninsular.
Este trabajo determina cómo
influyen estos aportes alimenticios en la
biodiversidad y en el funcionamiento de los
ecosistemas. Pese a algunas diferencias
según el territorio analizado, hay un
patrón común: “Las
aves, con un 65,8 %, son las que dominan el
consumo de la carroña, si bien hay un
mayor porcentaje de especies de
mamíferos con hábitos
carroñeros”, ha explicado a la
agencia SINC Patricia Mateo-Tomás,
investigadora en el Instituto de
Investigación en Recursos
Cinegéticos (IREC) y autora principal
del estudio, publicado en la revista ‘Diversity
and Distributions’.
Un 11,7% son grandes depredadores como
águilas, un 7,2% buitres y un 39,7%
córvidos. Estos últimos
dominan el consumo de restos de caza en todo
el mundo. Otras especies generalistas, como el
zorro y el jabalí, especialmente en
zonas con baja presencia de buitres y grandes
depredadores, también “parecen
desempeñar un papel clave en la
organización de las comunidades de
carroñeros”, subraya. El lobo es
el mamífero que consume más
frecuentemente los restos de la caza salvo en
Sudáfrica, donde manda la hiena con
más del 82% de la actividad
carroñera. En esta región, otros
grandes felinos se alimentan de carroña
de manera frecuente.
“Los carroñeros juegan un
papel clave en el mantenimiento de servicios
fundamentales proporcionados por los
ecosistemas, como el reciclado de nutrientes o
el control de enfermedades”,
añade Patricia Mateo-Tomás.
Para el equipo de investigación, el
manejo de estos datos es “fundamental
para la conservación de la
biodiversidad y de los servicios que
proporcionan en unos ecosistemas cada vez
más afectados por las actividades
humanas”.
La lista de los principales carroñeros
a escala mundial incluye un 19% de especies
globalmente amenazadas –15 en
total–, entre las que se encuentran
algunas tan emblemáticas como el
águila imperial ibérica, el lince
ibérico, el león y el leopardo,
además de varias especies de buitres.
“El estudio también revela que
cuanto mayor es la riqueza de especies de
vertebrados en una región, mayor es la
de especies carroñeras”,
añade.
Junto con el Instituto de
Investigación en Recursos
Cinegéticos (IREC), han participado en
este estudio científicos de las
Universidades Autónoma de Madrid
(UAM), Miguel Hernández de Elche y de
la Academia Polaca de Ciencias, que
complementaron la información
obtenida de primera mano con datos
publicados sobre la composición de
comunidades de carroñeros en siete
regiones de distintas áreas del planeta,
desde la tundra ártica hasta el desierto
australiano.