Al menos seis asociaciones de pescadores de Navarra, de las doce que están representadas en el consejo asesor, critican la gestión de la consejera Begoña Sanzberro en relación a la pesca de truchas y aseguran que es el momento de apostar «decididamente por un modelo de gestión diferente, intentando compaginar nuestra afición con en el mantenimiento de las poblaciones de truchas». En un comunicado, aseguran que «existe un descontento general entre los pescadores por la escasa oferta de pesca para la próxima temporada de 2011 que, según sus cálculos, sólo les permitirá acudir un día al río y, a los ribereños quizás dos».
Afirman los pescadores que los números son claros y «a pesar de que los 27. 996 permisos que ofrece la consejera Sanzberro en su propuesta de pesca parece un número muy grande, si analizamos con detalle este dato nos daremos cuenta que un pescador podrá practicar su afición en 2011 como máximo un día y si es ribereño quizás dos días».
La pesca de la trucha ha estado prohibida durante los últimos tres años debido a la reducción de la población de estos salmónidos. Hace tres años había 1.635 ejemplares por hectárea y en 2010, la población había aumentado a 3.347. Indican que durante esta veda, el número de licencias de pesca se ha mantenido en 23.000, de las que 3.000 pertenecen a pescadores ribereños y 20. 000 al resto y que para este año habrá 27.996 permisos para todos.
En opinión de las asociaciones firmantes -Asociación de Pescadores Deportivos Río Arga, Federación Navarra de Pesca (representada), Urberri Ekartea, Sociedad de Pescadores Río Ega, Asociación Navarra de Pescadores a Mosca (Anapam), AEMS-Ríos con Vida de Navarra- «los pescadores navarros estarían de acuerdo en cambiar truchas sacrificadas por días de pesca sin ninguna excepción y es que el problema del sistema que plantea el departamento de Medio Ambiente no radica en la forma en que se quiere gestionar el recurso, (forma con la que más o menos se puede estar de acuerdo dada la presión de los pescadores), sino en el cómo». Denuncian que se pretende gestionar única y exclusivamente contemplando la pesca extractiva como método de gestión «haciendo caso omiso de la tendencia estatal, europea y mundial que apuesta claramente por el modelo de pesca en régimen de captura y suelta». Dicen apostar por un modelo diferente intentando compaginar afición y conservación de truchas.
Estas agrupaciones critican a la consejera porque no les ha escuchado y, afirman que «sólo hace caso a un escaso número de pescadores paisanos suyos a los que solo oir la palabra pesca sin muerte les produce urticaria». Dicen sentirse utilizados y que se les está tomando el pelo, «vedar no es gestionar la pesca, es directamente no pescar», e insisten en que se les está ofreciendo un día de pesca con la excusa de que no se pueden matar más truchas «cuando hay una mayoría aplastante que estaría dispuesta a no matar las truchas con tal de poder ir al río».
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