El Gobierno ha autorizado a Asturias a volver a cazar lobos conflictivos con los intereses ganaderos en lo que se denomina control poblacional, prohibido desde que el pasado septiembre incluyó al lobo en el listado de especies protegidas.
El Gobierno autonómico del socialista Adrián Barbón había pedido a mediados de junio un permiso para la caza del lobo en los Picos de Europa, con un informe en el que argumentaba su decisión y aseguraba que no afectaría a la conservación de la especie, y ahora ha recibido la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera. No hay fecha aún para realizarlo y será a lo largo de este mes cuando el Gobierno autonómico y el central cierren el documento técnico en el que se fijará el procedimiento que deberá seguirse antes de abatir un ejemplar.
La novedad, según señaló la semana pasada el consejero asturiano de Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, estará en que las resoluciones de los controles serán individuales. Hasta este momento, Asturias, como Castilla y León, hacían balance de ataques y fijaban un número de ejemplares a batir que luego distribuían por zonas en función de los ataques.
La autorización del Gobierno central abre la puerta a Castilla y León, que también había manifestado su intención de volver a cazar ejemplares de lobo conflictivos cuando encontrara “un soporte legal”. No ayuda al optimismo de los ganaderos salmantinos que desde que las comunidades de Asturias, Castilla y León y también Cantabria anunciaron su intención de volver a cazar al lobo, el Ministerio para la Transición Ecológica resaltara que quien mejor lo tenía era Asturias porque la autorización de control poblacional requiere justificar la necesidad -que podría hacerlo Castilla y León en el caso de Salamanca por los ataques reiterados en la zona de Sardón de los Frailes- pero también el fracaso de “otras medidas paliativas”.
No se especifica cuáles, por lo que la decisión queda en manos de Transición Ecológica. En la zona de Sardón de los Frailes los ganaderos sí han instalado por ejemplo pastores eléctricos o luces para asustar al depredador, pero la ganadería, extensiva hace que las ovejas pasten de noche y no estén encerradas.
Se han pronunciado los conservacionistas, que a través de Ascel mostraron su malestar con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán. “La normativa ambiental no se pacta, se cumple”, le dicen vía Twitter. Cantabria, por su parte, sigue a la espera de que Transición autorice la caza de un máximo de 10 lobos por ataques al ganado.
Fuente. La gaceta de Salamanca
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