La Sociedade de Caza e Pesca de Silleda coordinará mañana la primera batida para controlar la población de jabalí en las parroquias de Martixe y Ansemil. El colectivo recibió ayer la notificación de la Consellería de Medio Rural que autoriza las cacerías en estas zonas, incluidas como refugio de fauna salvaje, después de las peticiones de vecinos y organizaciones sindicales como Unións Agrarias.
El departamento de Protección da Natureza, dependiente de la consellería que dirige Samuel Juárez, contactó con responsables de la sociedad silledense para comunicar el permiso para unas batidas, que podrían repetirse el próximo sábado, en función del número de animales que sean abatidos. Por tanto, mañana grupos de cazadores de la sociedad silledense realizarán esta batida, permitida fuera del calendario hábil de caza de jabalí y en zonas de refugio de fauna como medida excepcional para controlar una población que en zonas como Martixe tiene una elevada concentración. Vecinos de Martixe y otras parroquias como Manduas, en Silleda, llegaron a promover en días pasados una campaña de recogida de firmas para instar a la Xunta a autorizar estas batidas por los importantes daños en sus cosechas. Actualmente los desperfectos se centran en prados o fincas de cultivo, pero en época de siembra, los animales provocan serios destrozos en fincas con maíz para alimento de ganado.
Contra medidas como esta se muestra contrario el colectivo ecologista Adega, quien también cuestiona la ampliación del período de batidas por parte de la Xunta. Adega estima que «nueve meses de caza al año» son demasiados y opina que las cacerías acabarán provocando daños a otras especies. Y dice que la administración autonómica solo pretende ahorrar dinero en pagos a los afectados.
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