Fuera de la temporada permitida,
la Junta de Castilla y León
autorizó a una empresa de servicios
cinegéticos que organizara una
montería para cazar los muflones que
‘sobraban’ en la finca que gestiona en
Ávila.
La empresa no había podido
celebrar la cacería prevista en las
fechas recogidas legalmente y deseaba reducir
el número de piezas en su coto. La
partida se celebró el 3 de
febrero.
La sociedad CMD Wildlife obtuvo el visto
bueno oficial aduciendo los daños que
provocaría una «alta densidad» en el
coto Monte el Rincón, según la
autorización redactada por la
Consejería de Medio Ambiente.
Esa «alta densidad» ha sido provocada por
la misma gestora ya que el terreno
está dedicado, de acuerdo a su plan
cinegético, a «la suelta y caza intensiva
de muflones». Es decir, es un espacio vallado
en el que CMD Wildlife libera ejemplares
criados en granjas para ser abatidos por los
cazadores. «No se pudo dar la montería
prevista en su momento por diversos temas y
fallos de organización», ha explicado un
portavoz de la empresa a eldiario.es.
La Consejería de Medio Ambiente
de Castilla y León contesta que,
además, la solicitud incluía que
ese «importante número» de reses
«seguramente serían cazados de forma
furtiva por personas ajenas al coto».
La autorización, asegura,
respondía al hecho de que «no es
recomendable, desde el punto de vista de
conservación del monte, la presencia
continuada de un herbívoro que
ocasiona daños a los árboles».
Con esos elementos se permitió cazar
a los animales «cuya presencia en el acotado
no era deseable por el titular
cinegético».
Así que CMD Wildlife tenía
un excedente de muflones. La Junta
autorizó de manera extraordinaria a la
organizadora a que le diera salida. La
población se ha diezmado mediante
diez puestos de tiro dispuestos para matar 40
ejemplares de macho, además de
cuantos jabalíes fueran capaces de
cobrar los participantes. «No hay problema de
hembras embarazadas porque solo soltamos
machos», justifica el mismo portavoz.
Medio Ambiente dice que lo que se hizo
fue aprovechar una montería de
jabalí para «realizar el control
poblacional de los muflones que
deberían haberse cazado antes del 15
de diciembre «.
La empresa ha dicho a este medio que se
pidió una montería
extraordinaria para los muflones. En todo caso,
cualquier partida atrae más a los
cazadores si permite cobrar piezas diferentes.
La Administración informa de que ha
aplicado «el principio de precaución»
ante posibles daños y no ha encontrado
«ningún elemento de juicio» para
oponerse a esta cacería fuera de los
periodos habilitados por ella misma para
cazar.
Los cotos intensivos
La cacería fuera de temporada del
3 de febrero pasado responde a la
lógica impuesta por los cotos de caza
intensivo: cercados diseñados para que
las presas no puedan escabullirse. Esos
cercones se alimentan con rebaños de
animales que han sido desarrollados en otras
explotaciones y se envían allí.
Ejemplares seleccionados para satisfacer las
medidas de cornamenta y tamaño que
exigen los tiradores.
«Son monterías mucho más
caras porque aseguran la pieza al estar
cerrados», analizan fuentes de la
Guardería Forestal. En las fincas
abiertas «los animales pueden huir, meterse en
otro coto o, incluso, en zonas protegidas donde
no se les puede disparar», explican.
Medio Ambiente considera esta modalidad
«residual» aunque le concede «una actividad
comercial muy interesante desde el punto de
vista del desarrollo rural». De los 5.571 cotos
privados de la región, solo 13 pueden
soltar caza mayor (venados,
jabalíes…) en cercados. De estos, seis
tienen permiso para muflones. Uno de estos
privilegiados es Monte de El
Rincón.
El coto cuya montería
autorizó el Gobierno regional es
propiedad de una sociedad limitada:
Explotaciones Agropecuarias Monte el
Rincón. Sus titulares son los
dueños del hierro Gregorio Fraile e
Hijos, una ganadería de toros de lidia.
Pero tienen arrendada la explotación
cinegética a esta empresa CMD Wildlife
que se coloca en un grupo de sociedades
dedicadas a la cría de reses para la
suelta en cotos intensivos, la
producción de piensos
específicos para estos animales y la
gestión de fincas.
CMD se anuncia como «venta de
jabalíes y muflones vivos. Caza en el
Monte de El Rincón». Su administrador
solidario es Pablo Cañones Amarillo que
también está al cargo de
Cañones Servicios Cinegéticos.
Esta última tiene toda una línea
de «alimentación cinegética».
Pienso para presas de caza mayor criadas en
explotaciones.
En esa empresa cuenta como socio con
otro empresario del negocio de la caza:
Mariano Reglero. Éste, a su vez,
está al cargo de la sociedad
Gestión Cinegética Integral
que, entre otras cosas, se dedica a la venta de
las reses de caza mayor que cría para
cotos. Muflones también.