La población de jabalíes en Bizkaia ha crecido en los últimos años y, por lo tanto, cada vez son más las denuncias -dos centenares al año- que presentan los baserritarras por los daños que genera este animal salvaje en sus terrenos y plantaciones.
Es complejo lograr el equilibrio; sin embargo, es una labor que hay que conseguir por el bien del medio ambiente. Por este motivo, la Federación de Caza de Bizkaia tiene previsto elaborar un plan para la prevención de daños en la agricultura. «De lo que se trata es de gestionar lo mejor posible las poblaciones de jabalí. Ahora existen las batidas en temporada, pero la idea es organizar salidas voluntarias con perro con el fin de ahuyentar a los animales para alejarlos de las zonas de caseríos», explica el presidente de la Federación de Caza de Bizkaia, Iker Hidalgo. Consistiría en modalidades sin muerte, en las que cazadores federados participarían en unas salidas por zonas castigadas por los daños de jabalí. «Lo que se plantea es perrear por las zonas con mayor presencia de jabalíes e intentar alejarlos. Estas salidas se realizarían siempre y cuando hubiese daños y la organización sería del departamento foral de Agricultura en coordinación con el responsable de las cuadrillas», dice.
Aunque el plan está en fase de desarrollo, esperan darle forma esta misma semana y definir así los puntos. Concretamente, responsables de la Federación de Caza, un biólogo y responsables de cuadrillas del territorio vizcaino se reunirán para dar forma al borrador que recoge los puntos de este proyecto. «Todavía solo contamos con un borrador al que hay que dar más forma, pero entre los puntos se plantean poner en marcha modalidades como las esperas nocturnas en zonas en las que se han producido grandes problemas», relata Hidalgo. Una vez que esté finalizado se presentará al departamento de Agricultura de la Diputación de Bizkaia, que es quien deberá dar el visto bueno al mismo.
En la actualidad, la Diputación vizcaina tiene establecido un protocolo de actuación en los casos en que la presencia de jabalíes provoquen daños en cultivos, huertas y pastizales. Al año, se contabiliza una media de unos 200 ataques de estos animales a pastos y explotaciones vizcainas. Los ataques se suelen producir de noche, que es cuando menos actividad humana y movimiento detectan; es entonces cuando aprovechan para entrar en pastos, praderas y huertas. La maleza y la espesura que cubren los montes de Bizkaia constituyen el hábitat ideal para los cerdos salvajes, que además carecen de depredadores naturales. La progresiva desaparición de las labores forestales, que antes realizaban los baserritarras, ha dejado el camino libre a la multiplicación de estos animales. Estos, inevitablemente, acaban ocasionando daños en los cultivos y prados de los caseríos, y las reclamaciones y protestas de los baserritarras perjudicados desembocan generalmente en batidas previamente autorizadas por la Diputación, pero que carecen de efectividad y protección final sobre las producciones en estos momentos.
Este año, la Diputación permitió 678 batidas con el objetivo de «ejercer una presión mayor» ante la creciente población de jabalíes en Bizkaia. Esta circunstancia afecta a la totalidad del territorio, porque una de las particularidades de esta especie es que puede desplazarse muchos kilómetros hasta encontrar acomodo en un lugar apacible y el territorio lo es. Por eso, al llegar el invierno, los jabalíes encuentran en el clima más templado de Bizkaia respecto a zonas, como Castilla-León o la vecina Araba, el lugar ideal en donde hacer frente a la época más fría del año con comida abundante.
DAÑOS TODO EL AÑO Los daños en la agricultura no solo se registran en la época en la que se permiten las batidas, ya que los destrozos en campos y huertas son una tónica todo el año. Es la realidad con la que se deben enfrentar los baserritarras y que es complicado solucionar.
«Es complejo lograr el equilibrio. Entendemos a los baserritarras. La caza está muy vinculada a los caseríos y muchos de los baserritarras son aficionados. Hay que intentar darle solución, pero de una manera en la que se respete el medio ambiente», explica el cazador.
Lo cierto es que la caza, lejos de perder seguidores, año tras año crece en número de aficionados. «La caza mayor ha cogido mucha fuerza en Bizkaia, en especial las batidas de jabalí. La gran población de jabalíes que tenemos en Bizkaia hace que esta modalidad sea muy atractiva para miles de cazadores todos los años», explica el presidente de la Federación de Caza de Bizkaia. «Aunque la crisis está afectando en todos los sectores, la gente intenta no perder ese rato de ocio que muchas veces le hace desconectar precisamente de esos problemas. Además, la caza que se practica en Bizkaia es social prácticamente en todo el territorio», cuenta.
Este año han participado en la temporada de caza, -del 9 de septiembre al 15 de febrero-, 35 cuadrillas de cazadores que han abatido 1.045 ejemplares de jabalí, una cantidad similar a la del año pasado.
CAMBIOS Y MODERNIDAD La caza, al igual que cualquier actividad relacionada con la naturaleza, ha experimentado grandes cambios en los últimos años. «En la actualidad, el peso de los cazadores en Bizkaia es más que aceptable. Somos un colectivo muy importante», destaca Hidalgo. En la práctica de la caza, una de las cuestiones que prevalece por encima de otras es la sostenibilidad y la conservación de la naturaleza. «La palabra gestión es cada vez más utilizada entre los cazadores», explica Hidalgo.
Así, la caza por la que se apuesta hoy en día es la regulada. Por ello, en opinión de Iker Hidalgo, «cada vez es más complicado ser cazador, debido a la excesiva burocracia que esto supone».
Este es otro de los puntos que deberán trabajar desde las sociedades de caza y desde las federaciones cara a los próximos meses. «Debemos hacer de intermediarios entre los cazadores y la administración para que todo sea más fácil de lo que es ahora», concluye.
Las claves
Existe un protocolo para registrar los daños que anualmente provocan los jabalíes en los terrenos de los baserritarras. El primer paso es llamar al teléfono de Base Gorria al 944465267. Tras haber puesto en conocimiento el hecho a la base operativa de la guardería forestal de la Diputación, este cuerpo envía a un inspector al lugar afectado por el ataque y supervisa los efectos que ha tenido la visita de los animales. Todo ello se recoge en un informe que elabora Base Gorria y que se tiene en cuenta para las posteriores batidas que se realicen si el incidente se produce en plena época de caza del jabalí. Cuando eso se produce, en las siguientes batidas que se hagan por la zona, el guardia da las indicaciones a la cuadrilla de cazadores para que inicien su actividad en ese punto. La otra alternativa que maneja el departamento de Agricultura es que, en esos casos especiales, los cazadores hagan esperas en los puntos que hayan sufrido algún tipo de daño.