Casi 11.000 cazadores tienen licencia en La Rioja para participar en la media veda, que comienza hoy y durará hasta el 6 de septiembre. Siendo así una de las últimas comunidades en las que comience el periodo de caza, que arrancó el 1 de agosto en Asturias.
15/08/2016 | El Correo Digital | DIEGO SACRISTÁN
La Rioja cuenta con 173 cotos donde las 10.910 ‘escopetas’ de la comunidad podrán abatir codorniz, tórtola común, paloma torcaz, urraca, grajilla, corneja negra, estornino pinto y zorro sin límite de piezas. Aunque no podrán cazar en fincas en las que la cosecha todavía no haya sido recogida. Los días habilitados para esta modalidad son martes, jueves, sábados, domingos y festivos, desde una hora antes de la salida del sol hasta una hora después de su puesta.
También se podrán cazar conejos en determinadas zonas, ya que existe una sobrepoblación que puede resultar dañina para los cultivos. Pero aquellos para los que la liebre sea fetiche deberán esperar hasta los primeros días de octubre.
Codorniz.Se presenta una mala temporada en cuanto al número de aves, incluso habrá cotos donde apenas se la verá.
10.910Es el número de licencias de caza para esta temporada. Aunque es probable que se amplíen a finales de septiembre.
Conejo.Debido a su sobre población será posible cazar este animal en algunas zonas de la comunidad.
Para esta temporada la previsión de entrada de codorniz es muy mala. Los conteos han dejado resultados escasos comparados con los de otros años, una realidad compartida por todo el norte peninsular. De hecho habrá una ausencia casi total en muchos cotos a no ser que se produzca una entrada tardía.
Que la temporada no va a ser especialmente buena es una impresión común en los aficionados, que han visto como durante la cosecha de cereal se han levantado muy pocos ejemplares. Eusebio Hernando Cubilla, presidente de la Federación de Caza de La Rioja asegura que los ejemplares de esta especie que llegan a España «viene reduciéndose desde hace seis u ocho años». Según sus cálculos, la bajada está en torno al 60% y 70%.
Al bajo número de ejemplares que llegan desde África hay que añadir que las prácticas agrícolas tras la cosecha, con empacados casi inmediatos e incluso con la bina de los rastrojos, no acompañan para que la codorniz se quede, por lo que y continua con su migración hasta llegar incluso a Gran Bretaña.
«Yo he hablado con compañeros de Extremadura, Castilla León y Aragón y todas están muy mal. Están todas muy flojas. Por desgracia nos tenemos que ir mentalizando de que la codorniz cada vez viene menos», cuenta. Hernando achaca la reducción del número de aves al desarrollo agrícola de Marruecos. El aumento en superficie de plantaciones podría ser la causa del descenso poblacional de este ave en nuestra comunidad. Aunque para el presidente de la Federación también hay otras causas. «El tiempo es importante», señala, ya que los polluelos de estas aves se ven afectados seriamente por las bajas temperaturas. «Tampoco es bueno el calor excesivo, ni lo uno ni lo otro», explica.
Este año, La Rioja cuenta con 73 cazadores más, que representan el 86% de las personas que se presentaron al examen p ara obtener la licencia de caza, que en total fueron 89. Un número que se ampliará en la segunda convocatoria que tendrá lugar el día 30 de septiembre.
El objetivo de este examen es garantizar que todo a que se va a iniciar en la práctica de la caza cuenta con capacidad para resolver diversas situaciones que se le puedan presentar en el campo y posee un conocimiento general de la normativa y de las especies cinegéticas.
La perdiz tampoco augura una buena temporada
«Ojalá me equivoque pero la perdiz tampoco va a ser tan numerosa como otros años», dice Eusebio Hernando, presidente de la Federación Riojana de Caza. Los primeros conteos que realizaron dejaron cuenta de muchas parejas reproductoras, pero los realizados en verano dejan una pérdida de ejemplares del 30%.
«Ha bajado porque ha hecho mucho frío por la noche, y esto acaba con los pollos recién nacidos», narra. Ahora toca esperar a septiembre, una fecha clave, ya que es aquí cuando se produce el cambio de plumaje. Un proceso que afecta a la salud de estos animales dejándolos más desprotegidos ante las inclemencias del tiempo. «Esto es como antiguamente la gripe, te pillaba y si estabas fuerte sobrevivías, si no pues acababa contigo», resume Hernando.