En tiempos de crisis, imaginación. El representante de la Federación Andaluza de Caza en el Consejo de Participación de Doñana se antepuso a la recomendación del presidente de este órgano, Felipe González, de idear nuevas propuestas que hicieran frente a los recortes de inversión en materia medioambiental.
Con el convencimiento de que la medida supondrá un importante ahorro económico en la gestión del Parque, y para poner a disposición de los conservadores de Doñana muchas de las licencias de caza expedidas en los municipios del entorno, estos expertos cazadores se ofrecen como voluntarios para realizar los descastes de manera gratuita.
De esta forma, el trabajo que actualmente realizan periódicamente técnicos de la Junta de Andalucía y trabajadores del Espacio Natural en especies muy presentes en la zona como jabalíes, gamos o ciervos, pasarían a desarrollarlo los propios cazadores.
El documento presentado por los representantes cinegéticos en el último Consejo de Doñana se acordó en el transcurso de unas jornadas de caza organizadas por el Ayuntamiento de Almonte, en las que representantes municipales y los propios cazadores de la zona aprobaron elevar la petición al órgano directivo del Parque. La propuesta solicita la creación de un acuerdo de colaboración permanente con la Federación de Caza que gestionaría las peticiones de los cazadores que quisieran participar en las batidas regulares que se hacen en Doñana para controlar determinadas especies.
El planteamiento, que ya se realiza en otras áreas protegidas de España como Sierra Nevada o Monfragüe, cuenta con el respaldo institucional del Consistorio almonteño, que apoyará la propuesta de acuerdo con las peticiones de los cazadores del municipio. En definitiva, una sugerencia en firme que ahora tendrá que estudiarse por parte de la Dirección de Conservación del Parque, que aún no se ha pronunciado al respecto.
Tan singular e inédita propuesta, que permitiría cazar de forma controlada en Doñana, supondría la entrada de aficionados a la caza en la mayor reserva natural del Sur de Europa. También dotaría de un nuevo uso al Parque, que actualmente compatibiliza las visitas que llegan a través de los centros de recepción, con la investigación por parte de la Estación Biológica del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y los usos tradicionales, como la recolección de piñas o la saca del corcho, además de la cría de la raza marismeña caballar.
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