Costa Rica se encamina a convertirse en el primer país de América Latina que prohíbe la caza como deporte, después de que el Congreso aprobó provisionalmente el martes las reformas a su Ley de Conservación de la Vida Salvaje.
En concreto, 41 diputados se mostraron a favor de la prohibición y cinco en contra, y se espera una segunda votación la próxima semana que ratifique los cambios a la ley, que pretende proteger a los animales en uno de los países con mayor biodiversidad del mundo.
Los parques nacionales de Costa Rica atraen a unos 300.000 visitantes al año, y el turismo es uno de los pilares de la economía.
«No sólo esperamos salvar a los animales sino también salvar la economía del país, ya que si destruimos la vida salvaje aquí, los turistas ya no van a venir», dijo a la radio local el ecologista Diego Marín, quien hizo campaña por la reforma.
Jaguares, pumas y tortugas marinas se encuentran entre las especies más exóticas y de colección del país, y son a menudo perseguidas o robadas como trofeos. La prohibición no se aplica a la caza por parte de algunos grupos indígenas para su supervivencia o para la investigación científica.
El país centroamericano alberga a 4,5 millones de personas. Famoso por sus playas de arena, bosques tropicales y resorts ecológicos, le debe aproximadamente el 5 por ciento de su PIB al turismo, que genera alrededor de 2.100 millones de dólares al año.