Cada semana en esta sección nos sorprendemos al descubrir disciplinas minoritarias que, pese a su condición, cuentan con uno o varios clubes en Donostia, que no destaca por su elevada demografía. En esta ocasión nos interesamos por el tiro olímpico, disciplina que alberga multitud de variedades -variantes en función de la distancia a la que se sitúa el blanco, el tipo de pistola o fusil, tiro al plato o a diana, etc..- y descubrimos a Donosti Danbada Lagunak.
Nuestra sorpresa fue mayor cuando nuestro interlocutor, Koldo Arrieta, nos explicó que este equipo lleva 36 años al pie del cañón. «En su día, el barrio de Bidebieta contaba con un campo de tiro pero desapareció. Existía afición, pero es que además, esta modalidad se practicaba en los colegios, era una de las opciones que ofrecía por aquel entonces el deporte escolar. Personalmente me aficioné al tiro olímpico porque, en uno de esos campeonatos escolares, me llevé un entorchado al mejor guipuzcoano y me apunté a Donosti Danbada».
Pese a su carácter poco multitudinario, el club aglutina a medio centenar de tiradores. «El club dispone de una galería de tiro en Anoeta, junto a la sede del Gipuzkoa Basket Club. Es nuestra única instalación, y únicamente se practica tiro con pistolas de aire comprimido. El blanco se sitúa a diez metros, como en la modalidad olímpica».
Koldo nos explica que, antes de dar comienzo la crisis económica, la Federación se movió para que el talento de nuestros tiradores no se viera cercenado por la ausencia de un campo de tiro. «Hoy hemos desistido porque la situación no es demasiado boyante. Pero en su día se nos negó la construcción de un campo porque es un deporte que puede dar lugar a pensamientos equivocados. El arma, de aire comprimido o de calibre 22, es un instrumento. Nadie va a ‘hacer el gamba’, es un deporte que practican ciudadanos normales. Consiste en mantener el equilibrio, la calma, en ejercitar la precisión y fomentar la concentración. A veces, por desconocimiento, se hacen lecturas equivocadas».
Open internacional
Pero todos estos problemas no han sido óbice para que el club compita e incluso organice competiciones. «Dentro de un mes organizamos una nueva edición de nuestro open internacional con armas neumáticas, es decir, de aire comprimido. Llegan tiradores de todas partes. De Francia, de Andorra, de Portugal, y del resto de España. En una edición nos visitó incluso la selección portuguesa. Pero más que por el prestigio del open, que ya se ha hecho un nombre, hay que reconocer que el poder turístico de San Sebastián mueve montañas, lo que ayuda mucho a la supervivencia de este evento», reconoce.
Cambiando un poco el refrán, si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. «Para no encorsetarnos en el tiro a diez metros con pistola o carabina de aire comprimido, viajamos a Francia, en donde sí podemos disfrutar de otras modalidades. Por ejemplo, cerca tenemos el campo de Ziburu, junto a San Juan de Luz. También nos desplazamos a Pamplona, pero claro, todo ello exige ser federado en cada una de las localidades, así que contamos con ficha en varias poblaciones colindantes. Para tirar, además, debes sacar una licencia y pasar un test».
En ese sentido, el club quiere captar nuevos tiradores, pero Koldo Arrieta advierte que «es mejor venir a preguntar al club antes de comprar cualquier arma sin consultar. Lo bonito de esta disciplina es entrenar y mejorar la precisión, controlar el equilibrio… Existen armas que impiden cualquier evolución. Es mejor que consulten con nosotros porque existe un mercado de segunda mano a precios más asequibles. Y es importante que la gente pregunte antes de hacer juicios de valor sobre una disciplina olímpica que nada tiene que ver con la visión peiorativa que conlleva el uso de las armas. No tiene nada que ver».