Desilusión entre los
aproximadamente 140 socios de la Sociedad
de Cazadores de Monesterio, con el arranque
de la temporada de media veda de caza en
Extremadura.
Ante las previsiones de una mayor entrada
de ejemplares de tórtola procedentes
de Africa, con ilusionantes expectativas,
salieron al campo el pasado 22 de agosto, con
la intención de disfrutar de una
magnífica jornada de caza. Nada
más lejos de la realidad,
explicó Ceferino Cháves,
presidente de la sociedad local de
cazadores.
«La jornada fue decepcionante»;
aún más, «desesperante»,
manifiestó Cháves, quien
apeló a organismos superiores como la
Federación Extremeña de Caza o
la Junta de Extremadura, «para que tomen
cartas en el asunto» La tórtola
común, prácticamente ha
desaparecido, se lamentaba el presidente de la
asociación, quién afirmó
que en la zona, la paloma torcaz «es la
única especie que salva la media
veda».
La sociedad, que actualmente cuanta con
una superficie de coto de caza de unas 10.000
hectáreas, espera una «buena
temporada en materia de caza mayor».
Además, aseguran que inicialmente «se
prevé mantener los mismos niveles de
caza menor que al menos el año
pasado».