Pero los lances ofrecidos por estas especies a lo largo de un mes han sido mucho más que escasos, debido especialmente a las consecuencias de la extrema sequía que desde hace un año arrastra la Región. La falta de comida, originada por la ausencia de plantaciones de cereales en la mayor parte del territorio murciano, ha provocado que muchas de estas aves emigren en busca de zonas más propicias. Sobre todo en una especie migratoria como la tórtola común, que apenas se ha dejado ver por estos parajes y rápidamente ha emigrado hacia el norte, en busca de los trigos y girasoles de la meseta castellana, donde encuentran abundante sustento.
«La media veda ha sido bastante mala», confirma José Antonio Moreno, presidente de la Federación de Caza de la Región de Murcia (FCRM), pues la densidad de torcaces ha sido baja y también se ha visto muy poca tórtola moruna». Una valoración que se puede aplicar casi a cualquier comarca de la Región. En la misma línea, Pedro Valera, secretario de la Sociedad de Cazadores de Cehegín, explica que «no ha ido muy bien, porque apenas se ha sembrado y la torcaz no se ha dejado ver. Y lo mismo ha ocurrido con la tórtola autóctona, pues si bien al principio se vio alguna, enseguida se marcharon en busca de comida. Tórtolas turcas sí hay alguna mas».
Paradójicamente, la abundancia de esta especie, la tórtola turca, una especie alóctona que amenaza con desplazar de manera irreversible a la tórtola común o moruna, choca con el hecho de que su caza no esté autorizada por la Administración.
Moreno señala al respecto que la media veda ha servido para confirmar que «la tórtola turca se ha convertido ya en un problema tanto en las ciudades como en los campos, y además de estar provocando el desplazamiento de otras especies autóctonas acabará, más pronto que tarde, por causar problemas de legionela u otros similares. Es un ave que prácticamente no tiene depredadores, se está reproduciendo de manera muy rápida y eso explica que en algunas zonas alcance una gran densidad».
«Excesivo proteccionismo»
El presidente de la FCRM admite que «no se entiende el excesivo proteccionismo con el que se está actuando desde la Administración respecto de esta especie», y reclama «un estudio serio que permita conocer hasta qué punto es grave este problema».
La experiencia de esta media veda lo lleva, asimismo, a abogar por una revisión del periodo de vigencia de la caza de la paloma para el año próximo, tomando siempre como referencia en ‘informe Ornix’ que establece las horquillas en las que se puede abrir la veda para cada especie. El objetivo es establecer las fechas de apertura y cierre más idóneas, «sobre todo teniendo en cuenta que en Murcia estamos cazando en inferioridad de condiciones respecto de otras comunidades, donde se permite salir al campo los jueves, sábados y domingos; en la Región solo se autorizan los fines de semana».
Reivindicaciones al margen, lo cierto es que en general la media veda ha resultado aciaga y lo peor es que las perchas casi vacías auguran una ya próxima temporada general que tampoco resultará muy boyante.