Un hombre ha sido detenido por
la Guardia Civil en Écija por utilizar
como cebo para cazar porciones de embutidos
envenenados con plaguicidas y
cadáveres de liebres también
intoxicados con las mismas sustancias, lo que
ha provocado la muerte de al menos un milano
real y un gato doméstico.
Tras el análisis de los
cadáveres se observa que los animales
fueron envenenados con Aldicarb y
Carbofurano, plaguicidas «altamente
venenosos». A su vez, se localizaron cuatro
cadáveres de liebres, también
envenenados con las mismas sustancias y 23
porciones de embutido, que supuestamente se
usaban como cebos, además de
intervenir dos lazos «activados» para cazar
ejemplares de zorro.
El Servicio de Protección de la
Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha
detenido a este individuo como presunto autor
de un delito contra la flora y fauna y animales
domésticos, después de una
investigación que se inició tras
hallar los cadáveres de los animales
envenenados en un coto de caza privado de
Écija. Además, también
se han intervenido dos lazos activados para
cazar zorros, según ha informado hoy
el Instituto Armado en un comunicado.
El detenido, que es el titular del coto,
tiene antecedentes por capturar liebres vivas
con redes en época de veda, que al
parecer utiliza en carreras de galgos que se
celebran en el coto. La Guardia Civil ha
alertado de que las consecuencias ambientales
del uso de plaguicidas como veneno «han sido
y son devastadoras» y se han convertido «en la
mayor amenaza para la biodiversidad»,
especialmente para las especies en peligro de
extinción, como es el caso del lince
ibérico, el águila imperial
ibérica, el milano real o el buitre
negro. El uso indiscriminado y el empleo de
veneno para cazar o pescar es una conducta
delictiva tipificada en el Código Penal
desde 1995 y constituye un delito por su
impacto ambiental y su carácter
masivo y no selectivo.