El borrador del plan del lobo que
ha redactado el Gobierno regional contempla
su inclusión entre las especies no
cinegéticas, lo que significa que no se
podrá cazar aunque sí
contemplan ‘acciones de control sobre
los ejemplares’, es decir batidas.
Además se establece que el
Gobierno indemnizará por los
daños causados por los lobos
allá donde se produzcan y no solo en
los terrenos cinegéticos como en la
actualidad.
Son dos de los criterios principales del
texto que el consejero del Medio Rural,
Jesús Oria, ha presentado hoy en la
mesa del Lobo. Un borrador que es la base del
futuro decreto y al que el Gobierno quiere
llegar con el consenso de todos los implicados.
De hecho contempla un periodo de audiencia a
los interesados y un periodo de
información pública. Oria ha
presentado además el calendario
previsto de tramitación, que puede
incluir la modificación puntual de dos
leyes autonómicas (la de Caza y la de
Conservación de la Naturaleza), y que
prevé que pueda estar en vigor la
próxima primavera.
El plan tiene como objetivo mantener una
población viable de lobo en Cantabria a
unos niveles tanto biológica como
socioeconómicamente sostenibles,
manteniendo el intercambio poblacional con las
provincias limítrofes y, por tanto,
contribuyendo a su viabilidad en la
Península Ibérica.
Asimismo, busca minimizar la
conflictividad generada por los daños
que ocasiona la especie a la ganadería
extensiva y para ello regulará medidas
preventivas y compensatorias, además
de mejorar el sistema de pagos por
daños ya existente.
Ello está muy relacionado con otro
de los objetivos, el de prevenir y perseguir
eficazmente las acciones hostiles y vengativas
hacia la especie. Es el caso del uso de
venenos, trampas y otros procedimientos no
selectivos, que pueden perjudicar
también a otras especies .
El seguimiento y el estudio de las
poblaciones de lobo en Cantabria, la
participación de todos los sectores
implicados y actuaciones de educación
y sensibilización son otros de los
aspectos que recoge el borrador junto al
fomento de actuaciones que favorezcan el
reconocimiento del lobo como un recurso
económico por las poblaciones rurales.
En este sentido se refiere a actividades
turísticas ligadas a la especie, la
recuperación del patrimonio
etnográfico o promoción de los
productos provenientes de explotaciones
ganaderas en las que se adopten
códigos de buenas prácticas con
el lobo.
Asistentes
A la Mesa del Lobo de esta
mañana, cuarta desde que se
inició la presente legislatura el pasado
mes de julio, han asistido, además del
consejero Jesús Oria, el director
general de Medio Natural, Antonio Lucio; el
jefe del servicio de Conservación de la
Naturaleza, Ángel Serdio, y
representantes o delegados de las
organizaciones siguientes: Ovican, Asaja
Cantabria, UGAM-COAG, Federación
Cántabra de Caza, Fundación
Naturaleza y Hombre, Gedemol,
Fundación para la Conservación
del Quebrantahuesos, Fundación Oso
Pardo, Fundación Félix
Rodríguez de la Fuente, ARCA,
Ecologistas en Acción, Agamocan,
Asociación Manadas, Red Cambera,
Sindicato Democrático de Ganaderos
Montañeses, Federación de
Criadores de Razas Cárnicas,
Asociación de Raza Parda de
Montaña, Asociación de
Ganaderos de Liébana y
Aseamo.
Oria ha manifestado su esperanza de que
como resultado de este proceso de
participación se pueda obtener «un
documento consensuado» que «sea capaz de
compatibilizar la conservación de la
especie con la permanencia de la
ganadería extensiva en nuestros
montes».