Y David conquistó a Goliat. O, dicho de otra forma, la liliputiense pyme Bioammo (30 empleados) convenció al gigante Olin Winchester LLC (alrededor de 6.000 puestos de trabajo). ¿Cómo? Con un producto innovador que esta empresa segoviana, fundada en 2015 y con sede en Santa María la Real de Nieva, ha puesto sobre la mesa del mayor fabricante de armas de fuego y municiones del mundo, cuya historia se remonta a 1855 en la localidad de New Haven (EEUU).
Dicho producto es un cartucho biocompostable de caza y tipo deportivo. Una munición biodegradable que se caracteriza por haber sustituido los tradicionales plásticos de origen fósil de los cartuchos (tanto la vaina como el taco) por biopolímetros compostables libres de plástico.
La diferencia entre unos y otros es que los de Bioammo desaparecen por completo del entorno en un periodo inferior a los 3 años, mientras que los tradicionales de plástico tardan unos 550 años. De esta manera, se elimina toda la contaminación por microplásticos del campo, de los recursos hídricos o de cualquier otro entorno.
Un largo camino que se remonta a 2020, cuando en la feria Shot Show (que se celebra en Las Vegas), los representantes de la multinacional norteamericana contactaron con los de la firma segoviana. «Nos preguntaron sobre cómo fabricábamos los cartuchos. Les mandamos muestras y nos recomendaron mejoras. Es una empresa enorme y los procesos son largos», recuerda Manuel Galatas, director general de Bioammo.
Tanto, que finalmente fue la competencia de Winchester, concretamente Ammo Inc, quien acabó firmando un acuerdo de distribución que finalizó en marzo de 2022. Entonces volvió el amor. «Winchester lo supo y contactó con nosotros. Tras cuatro meses de análisis técnicos y balísticos, homologaron el producto y firmamos el acuerdo», añade Galatas.
Acuerdo de distribución y fabricación
El acuerdo entre Bioammo y Winchester, de cinco años de duración, tiene una doble vertiente. Por un lado, la multinacional estadounidense distribuirá los productos en exclusiva en una primera fase en EEUU, Canadá y Australia. «En una segunda fase, lo hará al resto del mundo. Accedemos a su red comercial con más de 6.200 puntos de venta», matiza Manuel Galatas.
El segundo acuerdo, por su parte, contempla el suministro en exclusiva de componentes biocompostables para que la empresa estadounidense los incluya en la fabricación de los cartuchos desarrollados bajo su propia marca. «Winchester sólo tiene dos marcas, que lleva distribuyendo desde hace más de 150 años. Nosotros vamos a ser la tercera marca y eso, para ellos, es un esfuerzo importante», recalca el director general de Bioammo.
Un logro que gana importancia teniendo en cuenta que se trata de un sector muy tradicional y poco innovador. «Testaron nuestro producto con el denominado ecofriendly hecho de fibra y vieron que teníamos mejor tecnología. También jugó a nuestro favor que tenemos la patente en 52 países, incluido Estados Unidos», matiza Manuel Galatas.
Y añade: «En las negociaciones siempre se cubren las espaldas. Asimismo, hemos trabajado el producto para que se adapte a su sistema operativo interno en palets, logística y códigos». De momento, ya les han enviado 8 contenedores.
Ampliación de capital
Su tecnología es fruto de ocho años de investigación junto a empresas del plástico, universidades y el Centro Tecnológico Andaluz del Plástico (Andaltec). Tras el acuerdo con Winchester (que fabrica cerca de 900 millones de cartuchos al año), su producción llegará este año a los 50 millones de cartuchos sostenibles. Traducido a euros, son 15 millones.
Un salto importante porque, durante 2022, su facturación fue de 2,9 millones de euros tras fabricar 14 millones de cartuchos. «Fue un año pésimo porque fue complicadísimo conseguir los suministros», expone su director general.
Para dar respuesta a esta demanda, la compañía segoviana ha llevado a cabo una ampliación de capital de 4 millones de euros. En la misma han participado los accionistas actuales (su presidente, Enrique López-Pozas, tiene el 45% de las mismas) y tres family offices.
Asimismo, prevé ampliar la plantilla con 15 nuevos trabajadores, alcanzando la cifra de 45 empleados. «Tenemos aprobadas dos subvenciones de 1,9 millones de euros de fondos europeos que todavía no hemos cobrado porque están sujetas a esas nuevas contrataciones», especifica Galatas.
Más allá de Estados Unidos, sus principales mercados (exportan el 90% de sus ventas) son el Reino Unido, Noruega, Suecia y Países Bajos. En España están presentes en 89 tiendas Decathlon, 11 establecimientos de El Corte Inglés y 20 armerías. Además, ya hay determinados cotos privados que sólo permiten utilizar su munición por deseo expreso de sus dueños.
¿Y el futuro? «Los cambios regulatorios que se prevén en diferentes países favorecen nuestro producto. Desde un punto de vista de la contaminación, tiene todo el sentido del mundo», concluye su director general.
Fuente. EL ESPAÑOL