Antonio González Barrio,
de 59 años, salió ayer por la
mañana de caza con una peña de
Laza y en los montes de ese municipio
ourensano, concretamente en la zona de
Soutelo Verde, encontró la muerte.
La embestida de un jabalí le
produjo graves heridas en una pierna y
murió desangrado antes de que pudiese
ser trasladado a un hospital. Cuando
ocurrió todo, el hombre estaba
separado del resto de miembros de la batida.
Se encontró con un animal que
había sido herido por otro cazador. Al
parecer, los perros tenían amarrado al
jabalí y el fallecido dejó su rifle
para rematarlo con un puñal, pero el
ejemplar derribado consiguió liberarse
y lo embistió sin que él pudiese
hacer nada. Pese a todo, logró avisar
por radio a través de la emisora que
utilizan habitualmente en ese grupo de
cazadores para comunicarse entre sí.
Ellos inmediatamente alertaron a su vez a los
servicios de emergencias.
Al lugar, situado a unos tres
kilómetros de la capitalidad municipal
de Laza, pero de muy difícil acceso, se
desplazaron dos ambulancias, una de ellas
todoterreno. Habían recibido la llamada
a las 11.54 horas y a las 12.10 horas ya
estaban allí, pero el hombre ya estaba
inconsciente y sin pulso. Tenía un
grave desgarro en el muslo de su pierna
derecha y se estaba desangrando.
Trataron de reanimarlo sin éxito y
a la zona llegó incluso a desplazarse un
helicóptero con la intención de
trasladarlo a un hospital, pero nada
sirvió para mantener con vida a
Antonio González Barrio y su muerte
fue certificada allí mismo
después de más de treinta
minutos practicándole el protocolo de
reanimación. Tras asumir su
fallecimiento y realizar los trámites
necesarios, su cadáver fue llevado al
Complexo Hospitalario Universitario de
Ourense para que se le practicase la autopsia,
aunque todo apunta a que el ataque le
seccionó la arteria femoral y fue
imposible cortar la hemorragia para evitar que
se desangrase.
Descarta una imprudencia
Los compañeros de batida de
Antonio González Barrio, un habitual en
los montes de Soutelo Verde, relataron que se
trataba de un hombre corpulento, bien
preparado físicamente y,
además, un cazador experimentado y
con un excelente manejo de las armas. No en
vano, con 59 años se trataba de un
veterano agente de la Policía Nacional.
Por todo ello, quienes le acompañaban
no se explican cómo pudo ocurrirle algo
así.
Destinado en la Unidad de
Extranjería de Verín, se le
conocía como una persona muy seria y
muy dedicada a su trabajo. El suceso -que
ocurrió el día en el que
comenzaba la temporada de caza menor- ha
conmocionado a la comarca verinense. A
última hora de ayer se preveía
que su entierro tuviese lugar hoy mismo a las
seis de la tarde. Tras embestir a Antonio
González Barrio, el jabalí que lo
atacó -que ya había sido herido
previamente- terminó siendo abatido
por otro miembro del grupo.