El censo de salmones en la cuenca del Sella concluyó a media tarde de ayer con una cifra muy halagüeña cara a la pesca: alrededor de dos mil ejemplares pululan en estas fechas de finales de agosto en los ríos Sella y sus afluentes Piloña y Ponga. Las tareas se llevaron a cabo este fin de semana entre un grupo buzos, varios ribereños voluntarios, dirigentes de la sociedad de pescadores «El Esmerillón», miembros de la guardería y personal del Principado.
Teniendo el cuenta esa importante cantidad de salmónidos, algunos ribereños se muestran mucho más optimistas que hace unas fechas en cuanto al futuro de la especie y prevén que para la época del desove, en torno al mes de diciembre, la cifra pueda llegar a rondar los 2.500 ejemplares. Eso sí, bastantes pescadores asiduos a ese río del Oriente siguen preguntándose por qué hay un número relevante de salmones ahora en el cauce del Sella y después no retornan.