El Comité de Gestión de Seguimiento del Lobo, reunido ayer en Valladolid, ha determinado modificar el Plan de Gestión de Conservación del Lobo para conseguir un Plan que rebaje la conflictividad que genera el cánido, muy especialmente en el sector de la ganadería.
Las propuestas se irán perfilando a lo largo de un año para que el nuevo Plan esté redactado en unos doce meses.
Dicho comité estuvo presidido por el director general del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz. El secretario provincial de la Unión de Pequeños Agricultores de Zamora, Aurelio Fernández, presente en representación de la Alianza por la Unidad del Campo UPA-Coag, afirmó que «la modificación viene forzada porque el Plan de Gestión del Lobo que hay no vale, no ha salido bien y no funciona». Según precisa, «falla el tema de los daño a los ganaderos».
La reunión del Comité de Seguimiento sirvió para poner sobre la mesa las estadísticas, que en lo tocante a ataques, confirman que en la comunidad en lo que va de 2011 «hay una reducción ligera en los ataques, en torno a un diez por ciento con respecto al mismo periodo del pasado año». Los tramitados favorablemente en 2010 por daños causados por el lobo ascendió a 771, un 6,1% más que el año anterior, con 2.184 cabezas de ganado muertas, en su mayoría ovino, una cifra que en este caso supone un ligero descenso del 1,1%. Para Aurelio Fernández aunque «parece que hay algún ataque menos, pero siguen siendo demasiados daños» y califica de «barbaridad que de unos 1.200 ataques se indemnicen unos 770».
Upa y Coag (organización que no tiene representación en el Comité de Seguimiento del Lobo) al decir de Aurelio ««ha pedido que se elabore un mapa que refleje donde es asequible el lobo porque no estamos dispuestos que campee a sus anchas». El secretario provincial de Upa exigió «que se cumpla a rajatabla los cupos de extracción de caza de lobos porque el año pasado solo se mató el 40%m y el anterior menos del 30%; hay por tanto superpoblación que actúa sobre las ganaderías».
Al respecto, hizo referencia al plan de caza de esta temporada, iniciada el 1 de abril, que supone la extracción de 144 lobos, de los cuales 36 corresponden a la provincia de Zamora. Aurelio Fernández apuntó que «hasta el momento se llevan cazados cuatro lobos, y no queremos que ocurra como en los anteriores años, de ahí que hayamos propuesto que se maten en cacerías o que los elimine la guardería para evitar conflictividad».
Reprochó a un representante de la Universidad de León que abogara por un seguro del lobo obligatorio para los ganaderos. «Si tiene ganas de hacer seguros que promueva un seguro para cada peatón por si acaso le pilla un coche» dice que le contestó.
La cuantía que suponen los ataques del año 2010, según informa Ical, «se aproxima a los 300.000 euros, aunque está pendiente su arqueo final para ultimar algunos expedientes que han precisado una subsanación o que ha existido deficiencias en su tramitación».
Del total de siniestros que se tiene conocimiento, bien por denuncia o por información obtenida de la guardería o comunicaciones no formales, existe alrededor de un 15 por ciento de ataques, que no se formaliza la solicitud de ayuda, habitualmente por no cumplir los requisitos. Otro diez por ciento que se corresponde a ataques indemnizados cuyo causante han sido perros asilvestrados y, por último, otro diez por ciento a expedientes que son denegados (por no cumplir requisitos, no poder determinar el causante, por incumplir plazos, etc.). Upa pidió, además, que se mantuviera al lobo «estrictamente» en las zonas tradicionales y en absoluto en zonas de ganadería extensiva.