La Comisión de Caza del
Consejo Regional de Medio Ambiente de
Castilla y León, reunido ayer en
Valladolid, desatendió la propuesta del
Consejo provincial de Caza de Zamora para
que se estableciera un cupo de quince
codornices por cazador y día, y
mantiene el número de treinta.
Es decir, que el recorte se llevará
cabo si los propios responsables de los cotos lo
fijan por su cuenta. Para la paloma torcaza, el
cupo será de ocho.
Igualmente, no se dio pie a la
petición realizada por los ecologista de
que se estableciera una parada en la caza de
la paloma tórtola por considerar que
atraviesa una situación de
pérdida de población, porque se
argumentó «que no existían
motivos» para este parón
cinegético sobre la especie,
según preció ayer José
Antonio Prada, que intervino como
representante de la Federación regional
de Caza de Castilla y León.
Otra cuestión debatida por la
Comisión en la reunión de ayer
hizo referencia a que cumplieran los cupos de
caza del lobo, que es una de las grandes
reclamaciones de las organizaciones agrarias, y
al respecto se estudiará que en
aquellos cotos que cuentan en sus planes
cinegéticos con el lobo puedan abatirlo
si sale en el desarrollo de las
monterías al jabalí. Igualmente
se pidió que los agentes de la
autoridad respeten a los cazadores cuando
éstos están ya emplazados en
sus puestos, y que procedan a solicitar
permisos o los requerimientos bien antes o
después del desarrollo.
Otro punto interesante debatido ayer es
que se realice un control estricto de los
galgueros que participan en los campeonatos
para que tomen parte solo los que compitan
para, de este modo, evitar los conflictos que
se generan.
También se trató sobre la
posibilidad de colocar puestos de caza en las
zonas de seguridad, pero siempre que estos
emplazamientos «queden bien marcados y
definidos», según explicó ayer
Prada.