Los aspirantes a ser vigilantes de
caza ya pueden acceder a los centros
homologados por la Conselleria de
Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente
para formarse y convertirse en el
«guarda jurado» del monte, una
figura recogida en el decreto aprobado el
pasado mes de noviembre que supone sustituir
a los actuales guardas rurales y cumplir
así con la nueva Ley de Seguridad
Privada.
Un mínimo de 40 horas en diez
materias distintas será la base para
poder acceder a la acreditación final,
cursos que ya han sido aprobados por la
Dirección General del Medio Natural y
que comenzarán el pasado mes de
marzo. En Castelló los lugares
escogidos son el IES Ximén d’Urrea de
l’Alcora –que prepara uno para los
días 29 y 30 de mayo y del 5 al 6 de
junio- y el salón de actos del hogar de
los jubilados de Sant Mateu, para el 8-0 de
mayo y el 15-16 de mayo.
Sobre las actividades de control de
predadores, se exige a las personas que la
vayan a realizar que estén formadas lo
suficiente para garantizar que los trabajos de
control de las especies que causan
daños a la fauna no supongan riesgo, en
primer lugar para las personas usuarias del
monte o del campo, y en segundo para las
especies objetivo de control.
El guarda jurado, como recoge el decreto,
debería ir identificado con un escudo
–en la ropa de vigilante– con los
colores de la senyera y la imagen de una
perdiz. Entre sus funciones se estipula que
informe y trate de evitar las posibles
infracciones, que informe de los daños a
la agricultura y a la fauna, que realice
controles de poblaciones por motivos de
gestión, que dé cuenta de las
capturas, que comunique la presencia de
enfermedades, epizootias o venenos y realice
un control de predadores.
Contenido del curso
Para obtener el título de guarda
jurado de caza se debe estar en
posesión de la habilitación de
guarda rural, en su especialidad de guarda de
caza, y disponer de un certificado de una
entidad homologada por la conselleria. En ese
curso se impartirán contenidos
básicos, como las formaciones
vegetales y especies de flora y fauna
representativas o las especies
cinegéticas propias de la Comunitat
Valenciana, y otros contenidos más
específicos sobre organización
de cacerías, armas de caza,
prevención de incendios, normativa
autonómica en materia de caza,
sanidad de especies cinegéticas y
perros, o el fomento de especies
cinegéticas y el control de abundancias
compatibles con otros intereses.
Fuentes de la Conselleria de Medio
Ambiente precisaron que no será
obligatoria la presencia de un guarda jurado de
caza en cada coto privado. Eso sí: los
que estén trabajando deberán ir
debidamente uniformados y con el emblema
acordado (excepto el personal de las reservas
valencianas de caza, que portarán el
uniforme correspondiente a cada reserva).
Según el decreto, los guardas jurados
de caza tienen la condición de
«agentes auxiliares de la
autoridad» y colaborarán con los
agentes, cuerpos e instituciones de la
Administración que tengan
encomendadas funciones de custodia de los
recursos naturales cinegéticos.