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El decreto que regula la Reserva del Saja nace sin el consenso de los cazadores

Con varios meses de retraso
respecto a lo que suele ser habitual todas las
temporadas, ayer, por fin, se publicó el
decreto que regula la práctica de la
caza en la Reserva del Saja.

Este documento, que incluye ya los
requerimientos hechos por el Tribunal Supremo
en la sentencia en la que reconoce la igualdad
de derechos de los cazadores con
categoría de regionales con respecto a
los considerados locales, nace, sin embargo,
sin el consenso de todas las partes de una u
otra forma afectadas. El hecho de que las
diferentes cuadrillas locales solo puedan
desarrollar la actividad cinegética
dentro de la comarca, de que los porcentajes
previstos para el reparto de las batidas (66,5%
para los locales y 33,5% para las cuadrillas
regionales y extraautonómicas) no
satisfagan a todo el mundo y, también,
de que la temporada vaya a comenzar con
cuatro meses de retraso, son factores que
propician el desacuerdo en torno a este decreto
que ha surgido después de varias
reuniones de la Junta Consultiva de la Reserva
en las que los desencuentros han sido la nota
común. 

 

Según recoge este documento,
aprobado por el Consejo de Gobierno de
Cantabria en su última reunión,
las cuadrillas que deseen participar en el
reparto de cacerías para esta
temporada deberán presentar la
documentación antes del día 12
de noviembre. Posteriormente, una vez
analizados todos los documentos de cada grupo
de cazadores y de la subsanación de
los posibles errores que se detectaran, se
procederá a fijar una fecha para la
celebración del sorteo de las
cacerías. A partir de ese momento
podrá comenzar a programarse ya la
celebración de las batidas en los
diferentes lotes. En principio, la temporada
podría dar comienzo a finales de
diciembre o, más probablemente, en
enero. 

 

El sorteo contempla que en cada una de
las cinco comarcas cinegéticas que
forman la Reserva (Campoo,
Valdeiguña, Cabuérniga, Nansa y
Liébana) se asignará el 66,5%
de las cacerías a las cuadrillas locales.
Para el resto, regionales y
extraautonómicas (nacionales, de la UE
y de otros estados), se detraerá el
33,5% de las batidas. En el sorteo, se
reservará la primera vuelta de
elección para las cuadrillas locales, que
podrán elegir una batida siempre
dentro de la comarca a la que están
asignadas. Hecha esta elección, se
detraerá la parte correspondiente al
resto de cuadrillas mediante un sorteo que
garantice la máxima equidad por lotes
y fechas de caza, es decir, que no se pongan a
disposición de regionales y
extraautonómicos batidas en los peores
lotes y fechas para la práctica
cinegética. 

 

Una vez separadas estas cacerías,
las cuadrillas locales seguirán con el
sorteo hasta que cada una agote el
número máximo de batidas que
podrá celebrar siempre dentro de su
comarca. Este es otro de los puntos de
conflicto abierto en este decreto. Y es que
cada comarca tiene sus peculiaridades y rasgos
distintivos. Así, no es lo mismo estar
integrado en comarcas como Liébana o
Campoo, con muchos montes y no demasiadas
cuadrillas, que estarlo en Valdeiguña,
con muchos menos lotes y numerosos grupos
de cazadores. Es decir, que la diferencia de
batidas dependiendo de la comarca a la que
pertenezca una cuadrilla puede llegar a ser de
seis por temporada (en el mejor de los casos
una cuadrilla lebaniega podría llegar a
tener unas 9 cacerías y una de la
comarca iguñesa se quedaría en
3. Los cálculos iniciales hacen prever
que cada cuadrilla regional pueda llegar a
tener 5 o 6 batidas). 

 

Temporada reducida 

 

En cualquier caso, contando con los plazos
necesarios para la ejecución de cada
uno de los trámites precisos para el
arranque de la campaña, que
normalmente se realizan durante los meses de
verano por parte de las cuadrillas y de la
Administración, la temporada de caza
en la Reserva no comenzaría antes de
finales del mes de diciembre o principios de
enero lo que, teniendo en cuenta que la
campaña acaba en la primera semana
de febrero, dejaría apenas un mes de
caza en este espacio cinegético de la
comunidad y, por tanto el número de
cacerías se vería reducido de
forma más que considerable. 

 

El decreto contempla también que,
hasta la aprobación del Plan de
Ordenación Cinegética, se
mantendrán los límites actuales
de la Reserva del Saja y, además, la
distribución de los diferentes lotes. En
este sentido, cabe recordar que la
Administración trabaja ya en una futura
remodelación que supondrá un
cambio radical en la composición de las
diferentes comarcas cinegéticas y en
los lotes que las forman. 

 

En la actualidad, las diferentes sociedades
en que se agrupan las cuadrillas de Cantabria
están celebrando reuniones para
analizar de forma pormenorizada este decreto
para saber si lo aceptan tal y como ha sido
presentado por el Gobierno regional o, por
contra, optan por su impugnación.
Además, algunos colectivos de
cazadores se están planteando
también la posibilidad de no cazar en
la Reserva en la presente campaña.
  

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