El hucho en plena campaña
El coto salmantino de Villagonzalo II recupera la normalidad y ofrece la mejor oferta de toda España para los pescadores del también conocido como salmón del Danubio
El coto de pesca salmantino de Villagonzalo II es el único existente en España donde se pesca un salmónido llegado desde Checoslovaquia hace 52 años. El hucho hucho, o salmón del Danubio, continúa siendo reclamado por los aficionados a la pesca desde toda España, y también desde el extranjero. Fue el día 1 de mayor en de este año cuando, quien pudo, disfrutó de este escenario que ciertamente ha recibido muy pocas visitas habiendo sido estas fundamentalmente de aficionados salmantinos, ya que eran éstos los únicos pescadores que podían acercarse hasta sus aguas al encontrarse la Comunidad y España entera en las distintas fases del periodo de alarma.
Desde el pasado domingo día 21 del coto salmantino ha recuperado la normalidad y se encuentra ocupado para prácticamente toda la temporada de pesca de este salmónido, siendo muy pocos los permisos sobrantes que quedan para pescar a esta especie que encandila a multitud de aficionados.
La campaña en estos días está deparando buenas capturas, según la guardería, y se espera que, como en temporadas anteriores, el nivel de pesca se mantenga y se pueda completar la temporada sin ninguna incidencia que pudiera alterar el calendario hasta el próximo día 18 de octubre.
El río Tormes salmantino es el único cauce nacional que guarda en sus aguas a este salmónido que ha llegado a alcanzar y superar hasta los 20 kilos de peso, como el logrado por el abulense Manuel Chapa en mayo de 2014 que alcanzó los 20,500 kilogramos, siendo bastante frecuente lograr capturas de entre 6 a 8 kilos de peso.
En cualquier caso, y si el aficionado tiene un día de cara y se encuentra con el río en buen estado para la pesca, pues el cauce del Tormes esta sujeto a fluctuaciones importantes motivadas por el desembalse del pantano de Santa Teresa, el cañista podrá capturar ejemplares que rondan los 55 a 60 centímetros y llevarse, con algo de suerte, un único ejemplar de hucho permitido que tenga una medida superior a los 70 centímetros.
El coto de Villagonzalo II es uno de los mejores reclamos piscícolas de la provincia de Salamanca y tanto pescadores, como medios de comunicación nacionales y especializados, le otorgan a este coto la importancia que tiene un escenario donde nada un pez que fue traído desde Checoslovaquia, como ya dije antes, en forma de embriones en la década de los años 60.
Fue entonces cuando en las instalaciones de la central de Mirat se depositaron los primeros huevos embrionados que, pocos días después eclosionaban dando lugar a los primeros ejemplares de hucho salmantinos. El pez dado el éxito alcanzado entonces se trató de repoblar y exportar en diferentes cauces nacionales, no habiendo fructificado esta iniciativa en ningún otro río español.
La Administración de entonces creó el Centro Ictiogénico de Galisancho, donde nacen miles de huchos en cautividad al año para abastecer este coto. Esporádicamente se han logrado capturas de huchos aguas arriba de este tramo, incluso hasta en las mismas se inmediaciones del muro de la presa de Santa Teresa, así como también se han capturado algún ejemplar descolgado aguas abajo de Villagonzalo, lográndose también alguna captura excepcional y esporádica en las reculas del pantano de La Almendra.
El hucho se pesca en la modalidad de lance ligero y también con cañas de mosca seca. Para la primera técnica los señuelos más empleados son las cucharillas de tamaño mediano y grande, y por supuesto al tratarse de un pes depredador son muchos los pescadores que utilizan los pececillos artificiales del tipo rapala o similares. Dentro de estos últimos modelos el hucho puede tomar indistintamente una imitación de cinco centímetros de longitud, hasta un señuelo fijo o articulado que pueda alcanzar perfectamente los 20 centímetros de tamaño ya que el hucho, si está por la labor los engullirá en su totalidad.
Entretanto para pescar huchos con la caña de mosca seca lo más normal es lograrlos con streamer o con ninfas de tamaño grande, proporcionando a los deportista del señal pesado unas duras batallas en las que, con frecuencia suele resultar ganador el Coloso del Tormes. Las mejores horas para tentar a este pez de coinciden con las primeras y las últimas luces del día y los tramos más visitados de este coto, gestionado por la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León son las inmediaciones de la central de Mirat, la desembocadura del río Almar, la pesquera rota de Francos, o las pozas del Palomar, lugares de sobra conocido por los pescadores y con los que sueñan poder disfrutar los cientos de aficionados todas las temporadas de pesca.
Fuente. elmundo.es