El jabalí «Abelardo» sigue
en A Toxa. Ayer fue capaz de burlar a los
experimentados cazadores que, con ayuda de
perros especializados en la búsqueda
de estos cerdos salvajes, se pasaron la tarde
recorriendo tanto el Monte Central -210.000
metros cuadrados- como otros espacios de la
isla.
Se ha encontrado su rastro y se ha
constatado, por las huellas, deposiciones y
caminos abiertos entre el matorral, que el
jabalí se siente cómodo en A
Toxa, que puede llevar varios días en
la isla y que sus lugares preferidos son el
campo de golf y las inmediaciones del de tiro,
donde se encontraron varias «camas» en las
que descansó
plácidamente.
En la concejalía de Medio Ambiente
dicen que el objetivo es conseguir que
abandone la isla para evitar los incidentes que
puede causar tanto en el tráfico como
entre los peatones y usuarios en general. Por
esta razón, hoy regresan los cazadores
y los perros para localizar al animal y
espantarlo con el propósito de que se
marche por donde llegó, ya sea a nado
o aprovechando la bajamar. Si esto no sucede
se intentará darle caza,
prioritariamente con vida.
Lo que parece claro es que este
jabalí no tiene nada que ver con otro
localizado el lunes por la noche en el centro
urbano de Cambados, ya que «Abelardo» fue
visto casi a la misma hora en A Toxa. Algunos
recuerdan ahora que hace meses ya se
vió una familia de jabalíes en
Carril y que hace un par de décadas un
mono se convirtió en un quebradero de
cabeza en Vilanova.