El gran lobby europeo animalista, Eurogroup for Animals, ha puesto el punto de mira en los pescadores. Tal y como ya hicieron con los ganaderos, pretenden que la Unión Europea establezca las medidas necesarias para «garantizar el bienestar de los peces» en el momento de su captura porque, aseguran, «aunque no griten, los peces también sufren y sienten dolor».
Eurogroup for Animals ha alertado de que «sacar a los peces de su hogar acuático los somete a dolor y sufrimiento a medida que sus branquias colapsan impidiendo la respiración». Por ese motivo, la asociación animalista pretende que se implanten «métodos humanitarios de aturdimiento y matanza de los peces capturados en la naturaleza inmediatamente después del desembarque», aunque no especifican cuáles.
En el caso de los peces criados en acuicultura, algunas piscifactorías han optado por el aturdimiento eléctrico, pero el riesgo de electrocución en los barcos o en los puertos, hacen poco viable este método, que además requeriría una gran inversión. La segunda opción de aturdimiento es el choque térmico, es decir, introducir a los peces en tanques con agua y hielo justo después de pescarlos.
Además, reclaman «límites de tiempo para la duración de la captura» y «métodos de aterrizaje que minimicen el tiempo fuera del agua y las lesiones», lo que implicaría sacar las redes del mar rápido y con delicadeza para evitar que los peces mueran golpeados. Igualmente, plantean una «modificación de artes y prácticas de pesca para reducir la captura incidental» y que los peces no deseados dejen de colarse en las redes de pesca, algo imposible de evitar a día de hoy.
También acusan a la industria pesquera, el transporte marítimo, la industria extractiva e incluso a los molinos de viento en el mar de «destruir, contaminar e invadir» los «entornos de vida» de los peces.
El bienestar de los peces de piscifactoría está cubierto por la legislación de la UE sobre cría, transporte y sacrificio. Sin embargo, alerta Eurogroup for Animals, el bienestar de los peces capturados en la naturaleza no lo está.
«En 2017-2018 colocamos firmemente el bienestar de los peces en la agenda política de la UE. Hasta 2023 extenderemos la atención sobre el bienestar de los peces a la pesca de captura silvestre y estableceremos el bienestar como una parte legítima e importante de las discusiones sobre política pesquera», ha señalado el propio grupo.
Pero la agenda política en materia de bienestar animal no se limita a la industria pesquera y ya pretende colarse incluso en las cocinas de los domicilios particulares como ha sucedido en Suiza. Desde marzo de 2018, los suizos están obligados a aturdir a los crustáceos antes de matarlos, por lo que tienen completamente prohibido echar las langostas vivas en el agua hirviendo según la normativa de protección animal. En Alemania y Bélgica, las asociaciones animalistas ya están presionando para que se apruebe una ley similar.
Culpable por comer sushi
En España, la asociación animalista más reivindicativa con respecto al bienestar de los peces es Faada, una de las organizaciones animalistas integradas en Eurogroup for Animals. Ya en el año 2018 publicaron ‘el trap del pescado’, una canción en la que califican de «piratas» a los pescadores y afirman que «hemos exterminado el 90% de las especies en 50 años».
También culpan a todo aquel que consuma pescado porque «aunque no tires la red, pides sushi por internet», dice la canción. Por ese motivo, proponen el «reto fish trap» y se ofrecen a enviar un menú semanal para reemplazar el pescado «de manera saludable y deliciosa» porque, insisten, se puede mantener «una dieta sana con todos los nutrientes necesarios sin hacer sufrir a ningún animal».
La dieta propone sustituir el salmón, caballa, sardinas y el atún por nueces, semillas de lino, de chía o de calabaza junto. En lugar de consumir pescados en general y marisco, Faada propone alimentarnos de algas kombu, wakame y nori, brócoli, coles, espinacas o arándanos. Y en lugar del atún en lata, ostras, caballa, bacalao y lenguado, Faada recomienda las nueces de Brasil, soja y productos derivados como el tofu, tempeh, ajo, cebolla y la combinación de cereales integrales con legumbres o quinoa.
Fuente. Libremercado.com