El grupo ecologista Gecen advirtió ayer de que el nuevo Código Penal, al igual que la nueva Directiva Aves aprobada hace unos meses, supone un nuevo «respaldo» a la prohibición del parany, ya que «lo considerará, sin otra interpretación posible, como delito».
La asociación se basa en la nueva redacción del artículo 336, que indica que quien «sin estar legalmente autorizado, emplee para la caza o pesca veneno, medios explosivos u otros instrumentos o artes de similar eficacia destructiva o no selectiva para la fauna, será castigado con la pena de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses».
De esta forma, la nueva redacción incluye modalidades como la del parany, de ahí la afirmación de la asociación.
Según Gecen, «los métodos no selectivos de caza son los que determina la Ley y no la asociación de Paranyers (Apaval), pues la Ley del Patrimonio Natural indica que los grabadores, magnetófonos y las ligas son procedimientos que quedan prohibidos».
Los ecologistas insistían ayer en que el parany es un método de caza que no diferencia especies, y se remitían al resultado de los informes elaborados por ingenieros de Montes a petición de Apaval, que indican que el porcentaje de aves cazadas sin ser el objetivo supera el 20%. «Un ejemplo esclarecedor lo tenemos en la redes para cazar aves, que constituyen un método no selectivo de caza pues cae de todo, como sucede en el parany», dijeron.
La asociación ha recordado que son 12 millones las aves protegidas cazadas en los últimos 15 años en los paranys, y que los ejemplares capturados siempre acaban «con el plumaje destrozado», como consecuencia de las sustancias y pegamentos que los paranyers utilizan en las trampas.