La presión del Ayuntamiento ha hecho efecto: el Gobierno del Principado anunció ayer que organizará controles para eliminar cuatro ejemplares de lobo en el parque natural de Ponga, que incluye todo el territorio municipal.
Habrá controles (la guardería de Medio Ambiente ya tiene asignadas nueve jornadas de trabajo), pese a que este año el número de ataques está siendo sensiblemente menor al de año pasado. En 2010, según las cuentas del alcalde, Cándido Vega, el lobo acabó con la vida de 365 animales: 137 ovejas, 55 terneros, 41 cabras, 95 corderos, 20 cabritos, 12 potros, 2 vacas, un asno, un cerdo y un perro de caza.
La magnitud de los ataques llevó a las autoridades municipales a solicitar una urgente actuación contra el lobo. La respuesta del Ejecutivo asturiano llegó ayer, durante la visita al concejo de la viceconsejera de Medio Ambiente, que participó en las reuniones de la comisión gestora y la junta general del parque natural de Ponga.
Belén Fernández destacó el buen funcionamiento del parque natural de Ponga y, en especial, el revulsivo turístico que ha supuesto para el concejo la apertura del Centro de Interpretación del espacio protegido, por el que pasaron durante los seis primeros meses de funcionamiento 5.190 personas.