La revisión de los límites del Refugio de Caza de la ría de Ribadesella propuesto por la Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturias ha dividido a la corporación local. Mientras unas formaciones defienden la reducción pactada por el departamento que dirige Belén Fernández con la sociedad local de cazadores, otras la rechazan.
Entre estas últimas se incluye el Partido Popular, grupo mayoritario en el seno de la corporación municipal. Según el concejal conservador Juan Manuel Blanco, esa medida «no beneficia a nadie», salvo a la propia consejería. «Lo único que busca es trasladar a los socios del coto los daños que origina el jabalí en la zona de La Mediana, así que no beneficia ni a cazadores ni a ganaderos, porque estos últimos prefieren que sea una administración pública la que asuma los daños causados por la fauna salvaje en lugar de una sociedad de caza», explicó.
El Refugio de Caza de la Ría de Ribadesella cuenta con 290 hectáreas de terreno, de las que algo más de la mitad, alrededor de 150 hectáreas, aquellas situadas en la falda de la parroquia de Xuncu, pasarían a formar parte del coto. El PP prefiere no tocar sus dimensiones porque de esta manera se garantiza la actividad cinegética en el ‘cazaderu de Moru’, ya que ese espacio es un dormidero ideal para corzos y jabalíes. «La decisión ha de tomarla la sociedad de cazadores, pero como cazador que soy mi voto siempre será negativo si se convoca una asamblea para abordar este asunto», añadió Juan Manuel Blanco.
Según explicó ayer Víctor Caravia, presidente de la Sociedad para el Fomento y Defensa de la Caza de Ribadesella, de momento sólo existe un «acuerdo verbal» con la consejería. El Principado propondrá la desafección de parte del refugio cuando inicie el proceso de renovación de la gestión del coto. Esa concesión caduca el 7 de agosto y antes de esa fecha se hará pública una nueva convocatoria. Al concejal de IU, responsable de la concejalía de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Ribadesella, Francisco Vázquez, le parece «razonable» la desafección propuesta, «porque la parte que se quiere sacar del refugio carece de interés para las aves acuáticas». El concejal destacó que se trata de una zona de «riegas y bosquetes de eucaliptos» que sólo sirve para que «encamen jabalíes y corzos». «No tiene sentido mantenerla en el refugio porque en ella no para ni una sola palmípeda, así que vemos muy bien que se pase al coto».
Sin embargo, ambas formaciones tienen opiniones contrarias cuando se trata de plantear la declaración de las lagunas del Quérabu como zona de refugio. El PP se opone totalmente porque considera que podría tratarse de un primer paso para dotar a toda esa zona de una especial protección con la correspondiente limitación de usos. «Esto es una estrategia de la rama verde de IU, del chiringuito que dirige Francisco Vázquez, de la que ni PSOE ni PP tenemos constancia. Si se aprueba se restarán derechos edificatorios en ese lugar y se creará un tapón urbanístico en una de las zonas predestinadas a acoger el crecimiento natural del concejo. Se hipotecará el futuro de todos sus propietarios», afirmó Juan Manuel Blanco.
Por su parte, Francisco Vázquez, entiende que se trata de la laguna estacional «más importante de Asturias» en la que además «habita un invertebrado parecido a un cangrejo». Cree que no restará capacidad edificatoria, «porque a nadie se le ocurre construir en una charca» y aseguró que con la Ley de Caza en la mano «no se puede cazar en el Quérabu porque no se guardan los límites ni con la carretera comarcal ni los caminos de la zona». Sobre este aspecto, la Sociedad de Cazadores no está de acuerdo con su declaración como refugio, ya que podría generar más problemas de los actualmente existentes.