La aparición de cerca de
medio centenar de venados decapitados ha
sembrado la indignación entre la
población de la reserva de caza de
Picos de Europa, en la zona leonesa de
Riaño, ya que se cree que han sido
cazadores furtivos quienes, dado que los
animales se encontraban muy debilitados por
las últimas nevadas, aprovecharon para
darles muerte y hacerse con sus cabezas y
cornamentas como trofeos.
Esta situación está siendo
investigada por agentes del Servicio de
Protección de la Naturaleza (Seprona)
y la Junta de Castilla y León, que
tratan de recabar el máximo de
información para dilucidar si se han
podido cometer actos delictivos. Lo que
sí se ha producido, en opinión
de vecinos de pueblos como Riaño,
Burón, Acebedo, Boca de
Huérgano, Sajambre y Valdeón,
es «un espectáculo espeluznante,
dantesco». Y es que se da la
circunstancia de que la mayoría de los
animales decapitados se encontraron cerca de
pueblos y de la carretera N-621, que conecta
con Santander. Por ello, muchos
lugareños habían estado
alimentando a los animales para que pudieran
superar la falta de comida que había
ocasionado las nevadas. Además,
también han puesto en conocimiento
del Seprona que habrían sido vistas
varias camionetas y todoterrenos cargados con
cabezas de animales.
La proliferación de estos
cadáveres de cérvidos ha
provocado que el nerviosismo cunda entre los
vecinos, preocupados por que se ponga en
peligro la salud de la cabaña ganadera.
Temen que los animales en
descomposición puedan propagar
enfermedades como la sarna y la brucelosis,
pues la gran mayoría se encuentran en
praderas que, tras el deshielo, podrían
transmitir estas enfermedades a los pastos de
los que se alimentará el ganado a
partir de la primavera.La disparidad de
criterios en este asunto ha llegado incluso a los
alcaldes pedáneos. Algunos aseguran
que no pueden recoger los animales para
incinerarlos después de que la Junta de
Castilla y León les retirara unas ayudas
previstas para estos casos.
En la Administración leonesa se ha
decidido dejar en el monte los animales
muertos como carroña para que sirvan
de comida a otros animales. Pero en las
pedanías se advierte de que a esos
animales se les retiran los cuernos para evitar,
precisamente, la práctica del
furtivismo.
Además, los alcaldes
pedáneos apuntan que la
proliferación de cadáveres se
debe a la gran superpoblación de
venados que existe en toda la zona
aledaña a los Picos de Europa y
recuerdan que ya hubo muertes masivas de
animales en ocasiones anteriores.